La ciudad amaneció empapelada en varias esquinas con el nuevo afiche de campaña del Nuevo MAS y Manuela Castañeira. A un mes del cierre de listas, también las fuerzas de izquierda comienzan a perfilar sus ejes y sus consignas.
Hace una semana en una aparición televisiva, Castañeira había denunciado que «el gobierno deja correr la precarización laboral».
Y agregaba que: «Con la pandemia ha habido un aprovechamiento muy grande por parte del empresariado para avanzar en la precarización laboral, lo que tiene como resultante salarios muy a la baja».
El perfil de estas declaraciones apunta a visibilizar una realidad que los partidos capitalistas no quieren reconocer: la realidad de amplios sectores populares de trabajadores que ven como día a día su situación económica empeora. El gobierno, a pesar de tener un discurso popular, está aplicando un duro ajuste que está pulverizando el salario de los trabajadores.
Es conocido el compromiso de Manuela con las causas populares. Estuvo en Bolivia acompañando y apoyando a los sectores que resistieron el golpe de Añez. Estuvo en Guernica, junto a las familias que luchaban por tener un techo y que fueron duramente reprimidas. Estuvo en cada una de las movilizaciones hasta conquistar el derecho al aborto.
En sintonía con esta trayectoria y como sostienen las primeras consignas difundidas, la campaña tendrá un fuerte contenido reivindicativo de las necesidaes y luchas de los trabajadores, la juventud (que hoy sufre una brutal situación de precarización) así como del movimiento de mujeres y LGBT.
