La paritaria metalúrgica está vencida desde marzo del 2020. Con este acuerdo no habría retroactivo a abril, por lo cual entre abril y agosto el aumento sería de cero pesos. A su vez, al ser suma no remunerativa, no aumenta proporcionalmente ningún premio (produccion, presentismo, o cualquier otra variable acordada por fábrica).

Todos estos acuerdos tienden a achatar la escala salarial: para el que cobra el salario mínimo de referencia de la UOM (una miseria de 27.946) puede resultar una ayuda, pero para quienes tienen alguna antigüedad o categorías de medias a altas, es lisa y llanamente un ajuste al salario real.

Pero esto no es todo ya que según el diario Ámbito Financiero, «Además convinieron que los términos del pago extraordinario podrán no aplicarse en los casos de empresas ‘incluidas en programas de Recuperación Productiva o que tengan abiertos Procedimientos Preventivos de Crisis’ o bien ‘que se encuentren incluidas en Programas de Emergencia Ocupacional o en situaciones de crisis’ las cuales tendrán la chance de ‘adecuar la implementación del entendimiento firmado con el gremio en la seccional que correspondiera.»

En un marco de pandemia, dónde a los metalúrgicos nos mandan a contagiarnos a los tinglados para que los empresarios sigan levantándola en pala, la conducción del gremio no cuida ni nuestra salud ni nuestro salario. Hay que exigir asambleas por fábrica para pelear por nuestros derechos. Nuestras vidas valen más que sus ganancias.