
Vecinos y organizaciones ambientalistas denuncian que desde principios de esta semana los focos de incendio en los Humedales del Paraná fueron provocados intencionalmente y ya están consumiendo territorio al norte del arroyo Los Porteños, en las cercanías del arroyo Paranacito, y en la zona de riacho Barrancoso en lo profundo del humedal. Las zonas afectadas serían tierras fiscales y otras, usurpadas por los empresarios del agronegocio locales.
Pablo Cantador integrante de la organización «El Paraná No se Toca» declaró a la Agencia Télam que «los incendiarios siguen muy tranquilos quemando el interior del humedal, están ahí y ningún organismo de seguridad o control los encontró».
«Estas son observaciones que nosotros vamos haciendo y que tienen su respaldo con lo que muestran las imágenes satelitales. Esos focos intencionales, están separados entre sí por unos 20 kilómetros», detalló.
Cantador también comentó que, a principios de esta semana»se quemaron áreas de riacho Barrancoso, donde es muy notorio que alguien pasó navegando por la orilla y fue prendiendo fuego».
Ante la gravedad de la situación el Ministerio de Medioambiente y Desarrollo Sustentable, a cargo de Juan Cabandié, brilla por su ausencia y silencio cómplice que deja una vez más hacer de las suyas a los criminales empresarios del agronegocio.
Las diferentes organizaciones además recuerdan que durante todo el año 2020 las quemas intencionales «se llevaron puesto más de medio millón de hectáreas de humedal».
Las denuncias enfatizan en la falta de voluntad política no solo para controlar la actividad de las quemas intencionales, de determinar a través de investigaciones quienes son los responsables, sino que tampoco se destinan recursos y presupuesto para resolver el problema de raíz.
«Además de apagar el fuego, queremos que pongan preso a los que incendian, si no, esta situación será eterna», finalizó el integrante de la organización ecologista El Paraná No se Toca.
Queremos recordar que el humedal, junto con el sistema de islas y el propio río, sirven para regular, por ejemplo, los cursos de temperaturas extremas. Esto es de suma importancia en un contexto de crisis climática global, de calentamiento que también impacta en nuestra región y el mundo.
Su aporte también se liga a una cantidad de biodiversidad enorme en aves, en anfibios, en reptiles, en peces y esto puede tener usos productivos, recreativos, turísticos. Los humedales nos pueden aportar oxígeno, agua (este recurso que hoy cotiza en bolsa), alimentos. Pero el agronegocio quiere lucrar con ellos y el gobierno no hace nada concreto para frenar la devastación que ya dejaron y dejan a su paso.






