
Con el avance de la “nueva normalidad” y la salida de las cuarentenas nos vamos encontrando con los nuevos y no tan nuevos ataques contra los derechos de los trabajadores/as.
En el mundo se aprovechó la pandemia para profundizar y avanzar con la precarización laboral y la quita de conquistas históricas que hacen a las condiciones laborales. Se utiliza la tecnología como herramienta para la explotación cada vez mayor de nuestro trabajo, el caso más extendido es el reparto por aplicación, pero cada vez son más los servicios y trabajos que se realizan por “aplicación”. Con esto intentan negar una relación laboral directa o reducir planteles de trabajadores en otros casos.
En el caso del banco Santander se viene de una serie de ataque a las y los trabajadores con distintas medidas de amedrentamiento: cambios de sector, descuentos de comisiones, utilizar la vuelta a la presencialidad de manera persecutoria, etc.Medidas que intentan presionar al retiro voluntario ante la amenaza de despido o simplemente de mandarte a trabajar a más de 200 kilómetros de tu lugar de residencia.
Atrás de estas medidas lo que se viene desarrollando es un intento de cerrar más de 100 sucursales de las 400 que hay en el país, vaciándolas de personal y de clientes que ya fueron reubicados en otras sucursales. Actualmente la patronal se niega a pagar el bono anual que se da para Navidad con la extorsión de que se firme el cierre de 100 sucursales por parte del sindicato.
Es por eso que venimos de un proceso de asambleas, tanto en el call center como en sucursales, y que este 2 de diciembre se convoca a un paro nacional para las y los trabajadores del banco Santander.
Hace unas semanas estuvo en el país la responsable de Santander España, Ana Botín, anunciando una inversión de 225 millones de dólares para los próximos 3 años para la realización del banco digital de Santander “Openbank”, que ya comenzó con su periodo de prueba. Lo que está de fondo con la implementación de estas plataformas financieras digitales es como va a ser su atención y bajo qué convenio se van a encontrar sus trabajadores. Ya empezaron a presionar para que un sector se pase a el área de “tecnología” fuera de convenio, anunciando que así podrías negociar tus propios beneficios y endulzando económicamente a sus primeros trabajadores. Pero sabemos que esto es una trampa porque se abandonan todos los derechos laborales conquistados por los trabajadores bancarios que se encuentran en el convenio colectivo.
Por ejemplo, en el anuncio del nuevo banco digital se anuncia que la atención es 24×7, es decir, ¿todos los días de la semana, a toda hora los trabajadores tenemos que estar disponibles? Ya tenemos un ejemplo de lo que significa esto con el sector de Select Online, que obliga a los trabajadores a estar disponible para contestar prácticamente todo el día para no “perder” al cliente rentable.
Las entidades bancarias hicieron negocios millonarios durante la pandemia, endeudando a los trabajadores y exprimiéndolos con intereses que nunca acaban, pero también aprovecharon la atomización para avanzar sobre sus trabajadores. Con la vuelta a la presencialidad también volvemos a poder organizarnos, manteniendo las asambleas participativas y exigiendo un plan de lucha. Es importante la adhesión al paro el 2 de diciembre porque sabemos que para terminar con este avance sobre nuestros derechos necesitamos la unidad de las y los trabajadores bancarios del país. Porque el ataque comienza por Santander pero si pasa es un avance sobre las condiciones laborales de todas las y los trabajadores bancarios. Es por eso que necesitamos un paro activo en cada lugar de trabajo, con asambleas que nos permitan convocar a nuevas medidas de lucha.
Las y los trabajadores bancarios venimos defendiendo nuestras condiciones de trabajo en las calles como lo hicimos el 14 y 18 de diciembre contra el paquete de reformas que intentaba pasar el macrismo, ahora no podemos permitir que pasen reformas banco por banco, hay que pelear en unidad y frenar este ataque en las calles.






