El martes 17 les estudiantes de Filo nos reunimos en la segunda asamblea general del CEFYL del cuatrimestre para discutir qué posición tomar ante la movilización del día miércoles por la proscripción a Cristina Kirchner. Con la asamblea ya avanzada, y luego de la intervención de nuestra compañera Viole, el peronismo cambió la convocatoria: se transformó de una procesión a Comodoro Py acompañando a CFK a entregarse a la justicia, a una marcha opositora a Plaza de Mayo, por la libertad de Cristina y contra Milei. Es por eso que desde el Nuevo MAS decidimos acompañar críticamente la convocatoria atendiendo al cambio en su carácter.
Al querer expresar la actualización de nuestra posición previo a la votación, nos encontramos con violencia, empujones y agresiones físicas y verbales por parte del Frente de Izquierda, tal como se ve en el video. Estos ataques intentaban impedir lo más básico y elemental de una asamblea: poder expresar una posición política ante los estudiantes. Este comportamiento es propio de matones estalinistas que buscan frenar el debate político a través de maniobras y está muy fuera de lugar cuando atravesamos una situación política en que la extrema derecha ataca las organizaciones políticas y proscribe a una candidata de la oposición.
@yabastafilo Basta de manejos estalinistas del Frente de Izquierda PARA ENFRENTAR LOS MANOTAZOS REACCIONARIOS LeS ESTUDIANTES TENEMOS QUE PODER DISCUTIR POLÍTICA El martes 17 les estudiantes de Filo nos reunimos en la segunda asamblea general del CEFYL del cuatrimestre para discutir qué posición tomar ante la movilización del día miércoles por la proscripción a Cristina Kirchner. Con la asamblea ya avanzada, y luego de la intervención de nuestra compañera Viole, el peronismo cambió la convocatoria: se transformó de una procesión a Comodoro Py acompañando a CFK a entregarse a la justicia, a una marcha opositora a Plaza de Mayo, por la libertad de Cristina y contra Milei. Es por eso que desde el Nuevo MAS decidimos acompañar críticamente la convocatoria atendiendo al cambio en su carácter. Al querer expresar la actualización de nuestra posición previo a la votación, nos encontramos con violencia, empujones y agresiones físicas y verbales por parte del Frente de Izquierda, tal como se ve en el video. Estos ataques intentaban impedir lo más básico y elemental de una asamblea: poder expresar una posición política ante los estudiantes. Este comportamiento es propio de matones estalinistas que buscan frenar el debate político a través de maniobras y está muy fuera de lugar cuando atravesamos una situación política en que la extrema derecha ataca las organizaciones políticas y proscribe a una candidata de la oposición. Desde el ¡Ya Basta!, que representábamos un tercio de los integrantes de la asamblea, le propusimos al FIT construir una posición conjunta para lograr que el CEFYL movilizara de manera crítica, llevando los reclamos contra el gobierno de Milei y la exigencia de paro a la CGT. Sin embargo, de manera sectaria y caprichosa, estas organizaciones resolvieron que su adversario era el ¡Ya Basta! en lugar del Colectivo y su objetivo, impedir que expresemos una posición política. Así, le regalaron la asamblea al peronismo que votó participar el miércoles con una reivindicación política de CFK; igual que lo hacen en las elecciones del CEFYL con su negativa a hacer un frente con el ¡Ya Basta! que nos permita arrebatarle la conducción al Colectivo. La negativa del FIT a acordar una posición común y su actitud patotera hacia el ¡Ya Basta! en el fondo se explica porque aunque decían que su propuesta era hacer una columna independiente para ir del Obelisco a la convocatoria en Plaza de Mayo, su plan en verdad era otro. A diferencia del Nuevo MAS, que se hizo presente críticamente en Plaza de Mayo contra la proscripción (así como años atrás fuimos la única organización de izquierda movilizada ante el intento de asesinato a CFK), el PTS y el PO se quedaron en el Obelisco realizando un acto minúsculo del que nadie se enteró y sus columnas nunca fueron a la Plaza de Mayo donde había decenas de miles de trabajadores movilizados. Llamamos al movimiento estudiantil a repudiar las maniobras estalinistas del FIT para atacar la discusión política en las asambleas, con golpes y empujones como si fueran una patota, así como llamamos la atención sobre el método también propio del estalinismo por la falta de transparencia de expresar en los espacios de debate sus verdaderas posiciones, y no disimularlas de acuerdo al auditorio para después hacer otra cosa.
Desde el ¡Ya Basta!, que representábamos un tercio de los integrantes de la asamblea, le propusimos al FIT construir una posición conjunta para lograr que el CEFYL movilizara de manera crítica, llevando los reclamos contra el gobierno de Milei y la exigencia de paro a la CGT. Sin embargo, de manera sectaria y caprichosa, estas organizaciones resolvieron que su adversario era el ¡Ya Basta! en lugar del Colectivo y su objetivo, impedir que expresemos una posición política. Así, le regalaron la asamblea al peronismo que votó participar el miércoles con una reivindicación política de CFK; igual que lo hacen en las elecciones del CEFYL con su negativa a hacer un frente con el ¡Ya Basta! que nos permita arrebatarle la conducción al Colectivo.
La negativa del FIT a acordar una posición común y su actitud patotera hacia el ¡Ya Basta! en el fondo se explica porque aunque decían que su propuesta era hacer una columna independiente para ir del Obelisco a la convocatoria en Plaza de Mayo, su plan en verdad era otro. A diferencia del Nuevo MAS, que se hizo presente en Plaza de Mayo contra la proscripción (así como años atrás fuimos la única organización de izquierda movilizada ante el intento de magnicidio a CFK), el PTS y el PO se quedaron en el Obelisco realizando un acto minúsculo del que nadie se enteró y sus columnas nunca fueron a la Plaza de Mayo donde había decenas de miles de trabajadores movilizados.
Llamamos al movimiento estudiantil a repudiar las maniobras estalinistas del FIT para atacar la discusión política en las asambleas, con golpes y empujones como si fueran una patota, así como llamamos la atención sobre el método también propio del estalinismo por la falta de transparencia de expresar en los espacios de debate sus verdaderas posiciones, y no disimularlas de acuerdo al auditorio para después hacer otra cosa.
