
La medida fue convocada tanto por Ademys como por UTE y UDA. En el caso de Ademys, acompañaron la medida con una caravana y concentración frente a la Jefatura de Gobierno de la ciudad, esta mañana.
La medida se extiende también a Mendoza, donde el Gobernador radical Suárez sigue la política de presencialidad obligatoria su par porteño.
La huelga se da en el marco de que la Corte Suprema de Justicia haya fallado en favor de Rodríguez Larreta y avalado la autonomía de CABA respecto a las políticas educativas, dándole así el visto bueno para su política de imponer la presencialidad sin importar el contexto sanitario ni la voluntad de los docentes. Los sindicatos han manifestado su rechazo a este fallo.
La Ciudad de Buenos Aires continúa teniendo un número de casos muy alto, y la situación del sistema de salud es crítico hace varios días, siendo uno de los distritos con mayor porcentaje de ocupación de camas del país y el de mayor riesgo epidemiológico. En este contexto, insistir con la presencialidad significa priorizar la campaña electoral del Pro frente a la salud de Docentes, Padres y Alumnos/as.
Contra las medidas de fuerza de los docentes, Larreta y la Ministra de Educación Acuña han respondido con hostigamiento hacia los trabajadores de la Educación, descontando los días de paro, lo que constituye un ataque al legítimo derecho a huelga.
Además, los sindicatos repudiaron la decisión de obligar a retornar a la presencialidad a los trabajadores que conforman grupos de riesgo y que recibieron sólo una dosis. Dicha medida significa un riesgo para la vida de esos docentes, ya que el porcentaje de inmunización al recibir una sola dosis es significativamente más bajo, por lo que las vacunas requieren de un refuerzo.
En vez de garantizar vacunas para todos, el gobierno intenta forzar a los docentes a la vuelta a la presencialidad sin importarle la vida y la salud de los trabajadores y de la comunidad educativa en general.