
En el día de ayer el director del hospital Castro Rendón, Adrián Lammen, dio a conocer en declaración en los medios locales que en el nosocomio ya son 15 los trabajadores que contrajeron covid-19 que se encuentran 25 más aislados en sus domicilios.
El anuncio llega luego de que hace dos semanas se supiera del primer contagio en dicho hospital. Los trabajadores de la salud vienen denunciando desde hace tiempo esta situación, y exigiendo a la dirección del hospital que divulgara la información, ya que la incertidumbre de saber si se tuvo contacto con algún compañero con covid imposibilita que el propio personal tenga los recaudos para el cuidado de la salud de todos los trabajadores y pacientes.
Esta escalada de contagios en los trabajadores de la salud deja al descubierto lo mal que está diseñado los protocolos en el mismo establecimiento, siendo el propio gobierno provincial en conjunto con la dirección del hospital quienes elaboraron los pasos a seguir en caso de contagio de algún trabajador. La falta de hisopado en el momento que se conoce el contacto de un empleado con otro con covid-19 positivo es uno de los problemas, no solo eso, sino que se los sigue mandando a trabajar mientras se espera el resultado. Este tipo de negligencias son las que han provocado que se dispare el contagio entre los trabajadores de la salud del hospital Castro Rendón.
Junto con las declaraciones del director del hospital se sumaron las de la conducción de la Junta Interna del Hospital, ligada a la conducción del sindicato ATE, quien también denuncio de manera tardía esta situación, siendo que fue una de las exigencias de los trabajadores en una asamblea realizada hace una semana.
El aumento de contagios está generando una mayor recarga horaria y flexibilización del trabajo, ya que la provincia esta negada a tomar el personal necesario para cubrir las bajas por contagio, “no hay que olvidar que somos 2400 trabajadores. Hasta ahora, nos vamos arreglando con los propios. Incluso con la empresa tercerizada que está en el hospital” declaraba Adrián Lammen a los medios. Esta es una situación que viene desde el inicio de la pandemia cuando el personal de riesgo quedo en cuarentena y se empezaba a negar todo tipo de licencia.
La falta de EPP como barbijos N 95 y otras tantas necesidades son las que deja al descubierto la falta de inversión en la salud pública, haciendo caer el relato de la salud por encima de economía. El financiamiento para los hospitales es urgente. También es necesario protocolos diseñados por los mismos trabajadores para el resguardo de su salud y la de los pacientes, formando comités de seguridad e higiene que imponga las normas sanitarias necesarias a la dirección del hospital y al gobierno.