Ramona hacía semanas denunciaba el estado crítico de las villas, la falta de agua, condiciones insalubres en que viven, y la falta de trabajo.

La cuarentena en las villas es impracticable donde el hacinamiento es la regla. Viviendas compartidas por 10 o más miembros, con no más de 2 habitaciones. Los ingresos a las viviendas se hace a través de pasillos angostos, ¡así es imposible mantener el distanciamiento social!

Indignación por la muerte de Ramona, referente de la Villa 31 y militante de @gargantapodero, por #COVID19 por la desidia del Estado. Ella había denunciado la falta de agua y las condiciones de hacinamiento, sin tener respuesta por parte de los gobiernos.#LarretaEsResponsable pic.twitter.com/ulVbtXoo74

— Manuela Castañeira (@ManuelaC22) May 17, 2020

Tampoco hay redes de agua potable, y mucos hogares ni siquiera tienen agua adentro de las viviendas, otros tiene pozos, y los baños son compartidos por varias familias.

¡La Villa 31 estuvo 9 días sin agua! La higiene permanente es clave para evitar el contagio.
Larreta priorizó los negocios inmobiliarios a la urbanización de las villas.

Mientras cientos de miles de personas viven hacinadas en condiciones extremas de insalubridad, sólo en CABA ¡hay más de 170mil viviendas ociosas y hoteles de lujo vacíos! ¡Hay que convertirlos inmediatamente en albergues que garanticen las condiciones sanitarias requeridas!

Frente a los primeros casos detectados, no hubo un plan de aislamiento de quienes estaban infectadxs, y mucho menos de quienes habían tenido contacto. Es urgente que se realicen
testeos masivos para detectar, aislar y evitar una explosión de contagios.