2 de octubre

Milei vetó el Financiamiento Universitario: hay que hacer vigilias en las facultades y seguir en las calles para enfrentarlo

La segunda Marcha Federal Universitaria fue una jornada histórica pese a las direcciones peronistas y radicales, las autoridades y los centros de estudiantes. Hay que seguir las vigilias, la organización y la movilización independiente la semana que viene para imponer el freno al veto. Se puede derrotar al gobierno.

«El gobierno vetó la Ley de Financiamiento Universitario, desconociendo las  multitudinarias movilizaciones. Milei se cree un dictador. Es un oscurantista que quiere destruir la universidad pública de masas y que solo una elite económica acceda a la educación superior» denunció Manuela Castañeira, referente del Nuevo MAS.

 

«Será clave seguir desarrollando medidas como clases públicas y preparar la toma de facultades y una gran movilización para meter presión a los Diputados y Senadores para que no se den vuelta y no se vendan y para derrotar este veto indignante.»

Desde principios de su mandato Milei impulsó un feroz ajuste sobre las universidades. Anunciaron al comenzar el año que iban a prorrogar el presupuesto universitario del año 2023 sin aumento alguno. Era un recorte absoluto, teniendo en cuenta la inflación del año pasado y la de los primeros meses de este. Este ajuste significaba la virtual paralización de la educación superior, ya que los fondos remitidos por el gobierno no alcanzaban para pagar los servicios ni llegar al segundo semestre.

Contra la voluntad de las gestiones y las conducciones de la mayoría de los sindicatos y centros de estudiantes, la segunda Marcha Federal Educativa volvió a poner en las calles un reclamo masivo.

El ataque de Milei sobre las universidades y la educación en general es brutal, y su objetivo es destruirlas. El congelamiento del presupuesto universitario ante una inflación interanual de casi 300% pone a las facultades al borde del cierre.

Pero la ofensiva del gobierno no termina en el recorte del presupuesto. El gobierno quiere mano de obra barata, no educación. Hay que recordar a Benegas Lynch planteando “mandar los niños al taller” en vez de a la escuela. Mientras tanto, Milei plantea una ofensiva reaccionaria y mentirosa sobre cualquier tipo de conocimiento crítico producido, tildándolo de “adoctrinamiento”.

En su convocatori, el ¡Ya Basta! explicó la situación de las Universidades diciendo que «el 13 de septiembre se aprobó en el Congreso la Ley de Financiamiento Universitario que encomienda al gobierno un aumento del presupuesto y una “recomposición salarial” para docentes y nodocentes ajustada a la inflación. Sin embargo, Milei ya anunció que vetará la ley de conjunto, como hizo con la Ley Jubilatoria. De la misma manera, en el Presupuesto 2025 plantea un financiamiento miserable que pone en jaque nuestra educación. El gobierno está determinado a imponer un presupuesto de hambre y miseria contra les trabajadores en beneficio de los capitalistas. Un presupuesto que, en el caso de la universidad, significa un ataque directo a la calidad educativa, nuestras oportunidades de estudiar y a nuestro futuro.»

Las autoridades quisieron transar con Milei

Después de la gran marcha del 23 de abril, a mediados de mayo, traicionando abiertamente el mandato de cientos de miles de estudiantes, docentes y no docentes, el rectorado de la Universidad de Buenos Aires (con Yacobitti como vocero público) formalizó un acuerdo con el gobierno de Milei para formalmente desactivar la emergencia presupuestaria de la UBA. En concreto, Yacobitti cierra el reclamo al gobierno a cambio de un supuesto aumento del 300% pero que operará sobre los gastos de funcionamiento de la universidad. Este rubro incluye los servicios básicos edilicios y poco más (un 10% del presupuesto ordinario de la UBA), dejando fuera los salarios de docentes y no docentes (el otro 90% del presupuesto).

Esto, que Yacobitti presenta como «un triunfo para evitar el cierre de la universidad» es en realidad un burdo y traicionero lavado de cara para el gobierno. Yacobitti se garantiza la «continuidad» de las actividades académicas, evitando un cierre que habría sido catastrófico para la imagen pública de la gestión radical.

A Yacobitti no le importa si a cambio de eso hace falta que miles de docentes y no docentes cobren sueldos por debajo de la línea de pobreza y que la educación pública superior se degrade a niveles históricos. El proyecto del radicalismo es el vaciamiento universitario: licuar el presupuesto hasta que los trabajadores de la educación pasen hambre y los estudiantes sean expulsados de las aulas por la desidia estructural o la miseria social. Ese camino, aún si no se alcanza el exabrupto histórico que significaría el cierre de las universidades, implica la destrucción sistemática y sostenida a largo plazo de la educación pública tal y como la conocemos en la Argentina.

La lucha por los salarios

Pero la enorme mayoría del presupuesto universitario va a los salarios docentes y nodocentes. El acuerdo en gastos de funcionamiento implicaba, e implica, imponer el hambre a los trabajadores universitarios.

El segundo cuatrimestre comenzó con paros por los salarios, y fue el comienzo de la preparación de la segunda marcha educativa. Los trabajadores universitarios pidieron un aumento del 40% para recuperar una parte la pérdida de poder adquisitivo de los últimos meses. El gobierno respondió con una provocación: propusieron un aumento del 3% en agosto y del 2% en septiembre. La irrisoria suma demuestra la voluntad del gobierno de Milei de destruir los salarios docentes y no docentes. Se calcula que los salarios docentes perdieron del 50 al 55% de su poder de compra bajo Milei.

El nerviosismo y las mentiras del gobierno

La respuesta del gobierno a los reclamos de la segunda Marcha Federal Educativa son mentiras y las provocaciones.

Ese bruto e ignorante reaccionario que es presidente del país en este momento salió a mentir directamente acerca de los salarios docentes, haciéndose eco del pelado botón de José Luis Espert. Dijo el provocador que «los docentes tiempo completo cobran cerca de $2M (mes). Los no docentes con antigüedad andan cerca de $1M. Todos muy arriba de una CBT de $300.000 (adulto equivalente). Pobreza 0. Los que cobran menos son los docentes tiempo parcial, algunos no docentes y $0 los ad honorem (escándalo). Muestren los datos». Y Milei lo respaldó en twitter.

 

No hay mucho que decir: simplemente están mintiendo.

A la vez, la Ministra de Capital Humano y ladrona de comida para pobres, Pettovello, salió a decir que las Universidades «se inventan alumnos»: «Del total de alumnos registrados en sistema para 2022 (1.749.136), sólo el 40,6% era alumno regular (710.466), el 20% tenía 1 materia aprobada o menos (367.299) y un llamativo 38,4% de alumnos sobre los que no se tiene información (671.372)».

Así quiso justificar el ajuste. El «argumento» es tan mentiroso como increíblemente estúpido. Quiere engañar así a sus trolls para que repitan la información falsa. La respuesta a semejante ridiculez es simple: ¡el presupuesto universitario no se asigna según la cantidad de estudiantes!

Una gran columna independiente

«En esta perspectiva de dejar pasar los ataques del gobierno, las autoridades peronistas realizaron un autoajuste en las facultades para adaptarse al presupuesto de miseria de Milei. Ni las autoridades ni los gremios peronistas hicieron nada después de la marcha del 23 de Abril el cuatrimestre pasado y las agrupaciones estudiantiles kirchneristas son el brazo de las autoridades y como tales se jugaron a contener todo el proceso sin llamar a asambleas ni seguir la lucha» explicó el ¡Ya Basta! en su convocatoria a marchar.

Fue todo un triunfo la columna independiente convocada por el Nuevo CEAA-UNA (Centro de Estudiantes de Artes Audiovisuales de la Universidad Nacional de las Artes), por el CETS-UNLu (Centro de Estudiantes de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Luján) y decenas de representaciones estudiantiles, junto a docentes, no docentes y sindicatos independientes como el SiTraRepa. Participaron más de mil compañeros.

«Ahora, solo llaman a asamblea en algunas facultades para decir que se opusieron al veto de Milei pero sin jugarse a frenarlo, para lo cual es necesario un verdadero estudiantazo. Por eso está claro que si queremos que la marcha educativa sea el inicio de un proceso de lucha en defensa de la universidad pública y en contra del gobierno que quiere desfinanciarla, no podemos ir detrás de los sectores que no quieren que la lucha siga. Necesitamos construir una columna independiente, con los Centros de Estudiantes y los sectores que quieran que este movimiento crezca para derrotar los planes del gobierno.»

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