Unidad contra Milei

Matías Brito, del ¡Ya Basta!, en el Encuentro unitario de la izquierda y de los sectores combativos

Intervención de Matías Brito, Consejero Superior de la UNA Audiovisuales y dirigente del ¡Ya Basta!, en el Encuentro unitario de la izquierda y de los sectores combativos hablando del protagonismo del movimiento estudiantil en la lucha contra Milei y de la necesidad de dejar los sectarismos de lado y avanzar en la unidad de la izquierda y del activismo para recuperar los centros de estudiantes.

Buenos días, compañeros, compañeras. La situación en el país es alarmante. Milei es parte de un fenómeno mundial, que es la extrema derecha, y que amenaza el conjunto de derechos conquistados por nuestros padres, nuestras madres, abuelos y abuelas trabajadoras.

Milei quiere destruir las universidades públicas porque las universidades nos enseñan a pensar, nos enseñan a reflexionar, nos enseñan a organizarnos y también a luchar. Milei quiere destruir el acceso gratuito y masivo a la universidad. ¡Que es una conquista de las y los trabajadores!

La resistencia contra el gobierno se expresa de manera creciente y tuvo su punto más alto en la movilización del 23 de abril. La primera movilización de masas contra el gobierno de Milei. Fue una movilización política, una jornada histórica que hizo temblar al gobierno.

El 23 de abril, el movimiento estudiantil ingresó como un actor político en la lucha contra el gobierno. No fue un rayo en el cielo sereno, fuimos preparando esa movilización. El primer paso lo dimos el 22 de febrero con un cacerolazo educativo en Acoyte y Rivadavia, impulsado por la asamblea del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras a propuesta del ¡Ya Basta!. Hasta el mismo día que el Consejo Superior y el Consejo Interuniversitario Nacional declaraban por primera vez una situación crítica en la Universidad.

Hicimos asambleas masivas, ruidazos, molinetazos, vigilias previas a la movilización educativa, acciones en unidad con las y los trabajadores de la educación. El 23 de abril despertó a cientos de miles de estudiantes y demostró que este movimiento estudiantil es uno de los principales actores en la lucha política por derrotar al gobierno reaccionario de Milei.

Después de esa masiva movilización, el peronismo y la CGT han salido a darle gobernabilidad a Milei. Les preocupa que la movilización contra el gobierno se desborde. Para ellos no hay otra salida más allá del régimen político y plantean esperar hasta 2027 y que Milei deje tierra arrasada.

Sin embargo, la perspectiva de la izquierda es distinta. Apostamos a la autoorganización, a la irrupción masiva e independiente para poder desbordar la movilización. Para desbordar las burocracias sindicales, a la burocracia peronista y radical, que en el movimiento estudiantil quieren que a Milei le vaya bien cuando necesitamos ponerle un freno a ese gobierno. A pesar de la entrega de los rectores, el conflicto universitario no se terminó porque Milei no ha sido derrotado y es un peligro que nos amenaza constantemente.

Queremos desbordar, queremos decir que para derrotar a Milei hace falta un verdadero estudiantazo.

Hay que desarrollar un movimiento estudiantil que sea democrático, que se organice en asambleas, que impulse medidas más radicales, como ocupaciones pacíficas en todo el país y que teja lazos con las y los trabajadores en la perspectiva de construir la unidad obrero-estudiantil. Las experiencias históricas como el Cordobazo y el Mayo Francés que hicieron temblar al capitalismo.

Para esta tarea, la izquierda tiene una responsabilidad. Hay que recuperar los centros de estudiantes para sacarlos del inmovilismo y la pasividad. Los cientos y miles de estudiantes que se movilizaron se merecen y necesitan una nueva dirección. Esta tarea política es fundamental y estratégica si queremos derrotar a Milei.

Este desafío y esta responsabilidad se concentra en particular en la Facultad de Filosofía y Letras, donde la izquierda es la fuerza mayoritaria. Pero el centro de estudiantes está en manos del peronismo. Ahí es donde la izquierda puede dar una pelea común, conquistar posiciones. Por eso el CEFyL fue el primer centro de estudiantes en exigirle a la CGT y a la CTA un paro general cuando se convoque la Ley de Bases.

Para cerrar, para recuperar los centros de estudiantes hay que dejar de lado los pequeños intereses particulares, dejarse de dar vueltas y construir frentes unitarios de la izquierda que pongan a la militancia y al activismo al frente.

Desde el ¡Ya Basta!, la juventud anticapitalista de Nuevo MAS, hacemos un llamado desde esta tribuna a las organizaciones del FITU a conformar listas comunes en el segundo cuatrimestre cuando sean las elecciones, que respeten la militancia orgánica de cada uno en la facultad. Estamos dispuestos a hacer esa experiencia común sin guardar ni ocultar nuestras diferencias de criterio, de método, de estrategia y de balance sobre las experiencias del siglo XX.

Compañeros y compañeras, la izquierda tiene que estar a la altura. Vamos juntos, respetando nuestras fuerzas en cada facultad, a recuperar los centros de estudiantes en la perspectiva de organizar a los estudiantes. Vamos a derrotar a este gobierno reaccionario, codo a codo junto a la clase obrera y por un movimiento estudiantil que sea internacionalista y abrace la causa palestina. ¡Todo el apoyo al estudiantazo por Palestina que recorre el mundo!

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