
En un vergonzoso y acotado comunicado, la Confederación General del Trabajo anunció que dio por cerrada la discusión en torno al ataque a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner tras la movilización del viernes. El triunvirato se reuniría en un Consejo Directivo el día de ayer, pero definió levantar la reunión ya que muchos sindicatos y sectores del movimiento obrero movilizaron bajo sus consignas a Plaza de Mayo el 2 de septiembre.
La CGT de la que nada se esperaba, nada está haciendo más que seguir haciendo la plancha, y parece no pretender salir del sillón ni siquiera frente a un ataque fascista a la principal figura política del peronismo.
Un bochorno lo de la CGT, terminó haciendo lo que todos suponíamos: no convocó a ninguna medida en defensa de las libertades democráticas y contra el atentado a CFK, evitando que el grueso de la clase obrera tome en sus manos ese reclamo fundamental.
— Manuela Castañeira (@ManuelaC22) September 6, 2022
«Las columnas de trabajadores y trabajadoras organizados que marcharon bajo las consignas elaboradas en el seno de nuestra organización: de defensa irrestricta de la democracia, condena absoluta al atentado, justicia independiente y fin del odio y la violencia política, mostraron nuevamente la fortaleza de la CGT en las calles» afirman en su comunicado Moyano, Daer y Acuña. Pero lo cierto es que la CGT no movilizó a su base sindical la semana pasada. Los sindicatos y trabajadores y trabajadoras que se hicieron presentes en Plaza de Mayo no tuvieron la contención de su principal gremio.
«Debemos mantenernos unidos para ponerle un límite social a la confrontación política. Reiteramos nuestro reclamo de responsabilidad democrática a los líderes parlamentarios de todos los partidos políticos» continúa el comunicado. Parece que el triunvirato espera una masa de trabajadores que se desligue de la participación política, ocultando y negando el acceso a la principal herramienta de transformación social frente a la aguda crisis social y económica que atraviesa el país.
La dirigencia de la CGT pretende que la clase obrera sea apolítica para poder evitar su participación activa. Aun así es una alegría que en la movilización del viernes decenas de miles de trabajadores y trabajadoras hayan salido a las calles espontáneamente en repudio al atentado
— Manuela Castañeira (@ManuelaC22) September 6, 2022