La caravana de la Selección: el festejo más masivo de la historia argentina

Hacia las 11 de la mañana comenzó la caravana de la Selección Argentina de Fútbol desde el Predio de la AFA en Ezeiza. Más de 5 millones de personas en la calle.

0
938

El plan inicial contemplaba avanzar por la Avenida Richieri para luego desembocar por la Autopista 25 de Mayo en la 9 de julio. Por la arteria porteña se esperaba alcanzar el obelisco y luego encarar hacia Avenida Libertador para volver al predio de la AFA. Este itinerario quedó descartado luego de que el Microcentro porteño amaneciera colmado por cientos de miles de personas, imposibilitando cualquier operativo de seguridad. Tanto la 9 de julio como las avenidas perpendiculares (especialmente Corrientes) estaban repletas de hinchas argentinos.

Hacia las 11 de la mañana, la Gendarmería comenzó un fuerte operativo en la subida de la autopista Riccieri, anticipando la salida del micro de la Selección.

Muchos especulaban con la posibilidad de repetir la postal histórica de Maradona y el plantel del ’86 en el balcón de la Rosada. El gobierno nacional pugnó para que la AFA avale este recorrido, esperando obtener algún rédito político del «sello» de la Copa del Mundo.

La oposición macrista, mientras tanto, empujó hacia el otro lado y enarboló un discurso anti – popular que intentaba cuestionar el derecho a festejar de los millones de trabajadores argentinos que quieren ir a ver a los campeones.

La convocatoria para la celebración de la Copa del Mundo conquistada por Messi y compañía fue la mayor fiesta popular de la historia argentina. Hubo por lo menos 5 millones de personas movilizadas en el centro del país  Cientos de miles de coparon el Microcentro de la Capital y otras tantas se movilizan en el Conurbano y el interior de país. Las autopistas Riccieri y General Paz fueron cortadas totales por los masivos festejos.

La copa conquistada por la selección es deportivamente histórica por muchas razones: el (probablemente) último Mundial de Messi, el título que mete a la Argentina en el podio de las 4 selecciones más ganadoras en los mundiales, la vuelta al título mundial después de 36 años y por primera vez desde la muerte de Diego Armando Maradona.

Pero lo que sucede también es histórico en términos sociales. La mayor movilización de masas en la historia de la Argentina colmó el centro del país durante varias horas. Y la alegría popular es justificada.

De la mano de Messi y la selección, el fútbol argentino, con su propia identidad, está siendo consagrado y reivindicado en todo el planeta. Millones de personas festejan el triunfo argentino fuera de la Argentina: en Bangladesh, India o Haití pueden verse desfiles que replican la alegría que colma ahora las calles porteñas.

Esa felicidad no es propiedad de nadie más que de la comunidad futbolística: de los jugadores, de los planteles y de los hinchas. Ni el gobierno ni la oposición tienen la potestad de arrogarse ningún protagonismo en el triunfo de la Selección Argentina.

Bien lo sabe el hincha argentino. La felicidad por la Copa conquistada en Qatar es especialmente grande por el contexto del país durante los últimos años, como bien señalaron el Dibu Martínez y otros jugadores. El ajuste macrista y la llegada del FMI, la pandemia y finalmente 4 años de ajuste fernandista pesan sobre la espalda de millones de trabajadores argentinos.

La selección le dio más alegría a esos millones que el gobierno peronista y la oposición macrista. Cualquier intento de acaparar la felicidad de la hinchada argentina para beneficiar a uno u otro partido del Estado argentino es un gesto de puro arribismo.

 

Sumate a la discusión dejando un comentario:

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí