
La Canasta Básica Total para una familia de cuatro integrantes aumentó en julio a 111 mil pesos, un 6,8% de aumento mensual y 64,7% ineranual. Además, la Canasta Básica Alimentaria alcanzó los 50 mil pesos, subiendo un 6,3% mensual y un 70,6% interanual.
Es decir que en julio una familia necesitó 111 mil pesos para no ser pobre y 50 mil pesos para no ser indigente. De este panorama de inflación solamente se puede esperar el crecimiento de la pobreza.
En los próximos meses el aumento de ambas canasta podría ser peor, dado el aumento de tarifas planificado por Massa y el gobierno. El impacto en la pobreza, según académicos de la UCA, podría llevarla por encima del 40%. Además, el contraste es evidente respecto de del salario mínimo vital y móvil, que lleva en el acumulado anual solo un 42% de aumento.
Por parte del gobierno no existen medidas para atender siquiera a los mas vulnerables sino, al contrario, se busca descargar el ajuste también sobre los planes sociales. La política recesiva de aumento de las tasas de interés y el tope al salario mínimo no hacen mas que completar un cuadro de empobrecimiento pocas veces visto en años.