
Este martes se tratará el proyecto del presidente de la cámara de diputados, Sergio Massa, que eleva el mínimo no imponible del “impuesto a las ganancias” a 150 mil pesos.
El proyecto no elimina el impuesto al salario, ni cambia la estructura impositiva de nuestro país que en resumidas cuentas es la siguiente: El que menos tiene, mas paga.
La iniciativa que busca fortalecer al oficialismo de cara a las elecciones tiene dos aspectos centrales en “su letra chica” que explicaremos desde izquierda WEB.
1) La modificación no elimina la cuarta categoría: Es decir, el impuesto a los asalariados no se elimina, solo se sube. Eso quiere decir, que de acá a un tiempo, inflación y aumentos mediante, todos los que lo pagaban lo seguirán pagando.
2) El aguinaldo, las horas extras, bonos por producción y viáticos NO dejan de pagan ganancia: Incluso los meses de aguinaldo podés volver a pagar ganancias.
Nada nuevo bajo el sol
Ni el llamado “impuesto a las grandes fortunas” ni esta iniciativa cambian un ápice el sistema tributario argentino. El primero, es un pago por única vez, que no queda claro quien finalmente lo pagará debido a la resistencia de los grandes empresarios. El segundo, como ya lo explicamos es solo una excepción temporal.
A los trabajadores que menos ganan, nunca los exceptúan de pagar el más doloroso de todos los impuestos: El IVA a los alimentos. A los trabajadores que más ganan los exceptúen algunos meses del impuesto al salario y a los grandes empresarios solo les cobren una sola vez, si quieren y no hacen demasiados juicios, el llamado “impuesto patriótico”.
Es así, detrás de las poses combativas y los discursos beligerantes, la estructura impositiva argentina sigue siendo la misma: El que menos tiene, más paga y el que tiene más, paga menos y cuando quiere.