La intensa semana de movilizaciones que tuvieron lugar en Francia en las jornadas del 14, 16 y 18 de enero mostraron que la lucha continúa por el retiro del proyecto de reforma jubilatoria de Macron. La dura pelea ha entrado en su mes y medio de duración, comprobándose casi 50 jornadas de lucha y huelga reconductible. Con este panorama, el gobierno presentará el próximo viernes 24 el proyecto de ley ante el consejo de ministros, en la que se deberá ser una enorme jornada de movilizaciones para exigir el retiro de la reforma.
El gobierno sigue decidido a hacer pasar la reforma
A grandes rasgos podemos decir que las coordenadas que reseñamos anteriormente no han cambiado: el apoyo social al movimiento se mantiene y es mayoritario[1] y el gobierno continúa endurecido en su posición de hacer pasar la reforma, cueste lo que cueste. Habiendo realizado la falsa concesión de la “edad pivot” y habiendo visto fracasar dicha maniobra, que no fuera aceptada por el conjunto de los sectores en lucha y sí por la dirigencia sindical más rastrera y dialoguista de la CFDT y la UNSA, se espera con suma tensión al próximo viernes momento de la presentación del proyecto ante el consejo de ministros. En este evento el gobierno, apostando al desgaste de los trabajadores, se medirá contra la fuerza del movimiento.
A este anuncio del gobierno sobre la suspensión “provisoria” hasta 2027 de la aplicación de la edad pivot en 64 años, la intersindical le respondió convocando a movilizaciones el martes 14 y jueves 16. De dichas jornadas podemos decir que los trabajadores no han abandonado la calle, siendo la del jueves 16 de enero una jornada que ha servido para mantener el ritmo de la movilización.
Lo que sí ha cambiado en estas semanas es el paso del tiempo, factor que el gobierno tiene a su favor y que contribuye al desgaste de las fuerzas huelguistas. Habiéndose constituido en huelga durante 45 jornadas, sectores de los huelguistas, fundamentalmente la mayoría de los trabajadores de la RATP, han decidido, en función de un factor clave de supervivencia, retomar las tareas laborales. Sin embargo esto no significa que hayan renunciado a la lucha o que se encuentren derrotados todavía.
A pesar del desgaste, los trabajadores continúan la pelea
Habiendo reseñado anteriormente que el sector más dinámico de la lucha venían siendo los ferroviarios de la SNCF y de la RATP, hemos constatado al regreso de las vacaciones de invierno un impulso renovado de las acciones en el sector de educación. Los números de su adhesión a la huelga se han sostenido o decrecido pero se ha avanzado en la coordinación para realizar sucesivos bloqueos de colegios a primeras horas de la mañana.
En estos bloqueos se expresa también solidaridad de otros sectores, como los padres de los alumnos y los estudiantes que se encuentran todos juntos en esta acción. No es poco común ver en dichas acciones también a trabajadores de la RATP de estaciones aledañas. La pasada semana las columnas docentes fueron nutridas en la calle y se notaba un ánimo de lucha activa en su actitud y en sus cánticos. En general pudieron verse carteles y banderas confeccionadas por los establecimientos o los distritos de París e Ile de france.
Ya hemos mencionado las pasadas semanas que existen otros sectores que se han sumado a la pelea. Es el caso de los trabajadores portuarios que han realizado huelga en algunas de las jornadas de la semana. Cada sector, en la medida de sus posibilidades, ha ido sosteniendo o bien con huelga o bien con medidas de acción directa, como los cortes de luz de la CGT energie, la pelea sector por sector, las acciones de la ópera de París y centenares de ejemplos. Es incluso muestra del rechazo a la reforma el episodio en el cual Macron es escrachado al intentar concurrir al teatro el pasado viernes 17 de enero. Esta semana se esperan asambleas de trabajadores, tanto por sector como interprofesionales y se sostienen diferentes eventos, charlas-debate, proyecciones de películas y reuniones de recaudación de dinero para los fondos de huelga.
Resulta sin embargo ineludible referir que al momento, desde el lunes 20 de enero, se han reanudado casi por completo los servicios de transporte en el área urbana de París. Esto es un producto del desgaste del sostenimiento de los más altos niveles de adhesión a la huelga en el sector, habiendo estado en huelga durante más de 45 días consecutivos, resultando la misma en abismales descuentos en los salarios de dichos trabajadores. Es notable en cada movilización el nivel de solidaridad que reciben dichos trabajadores, desde los cánticos hasta las recaudaciones que realizan para sus fondos de huelga. Si la solidaridad por abajo no alcanza es por la posición de las direcciones sindicales burocráticas del sector, quienes posan de combativas sentados en su arcas llenas de dinero mientras los trabajadores pagan el peso del desgaste del tiempo de huelga con sus salarios, viéndose forzados a retomar las tareas laborales.
¡Todos a las calles este viernes 24!
Ante este panorama la fecha del viernes 24 de enero se vuelve trascendental para que el movimiento contra la reforma no sea derrotado. Es una mayoría social la que se encuentra en contra del proyecto y la calle debe de ser el terreno donde se exprese este rechazo. Para esto es importante el desarrollo de la más amplia agitación sobre la importancia de esta fecha que logre consagrarse en una ejemplar movilización que ensordezca con su grito de lucha a la voz patronal y neoliberal de Macron y pueda torcerle el brazo. Es imperioso que el apoyo silencioso o la aquiescencia social al movimiento se torne en ruido y presencia en la calle: ¡Todos a las calles! ¡No hay derrota mientras la lucha continúa, jusqu’au retrait!
[1] “Cotidianamente, esta movilización sigue contando con el apoyo mayoritario de la población, un apoyo que se traduce en la recogida de donativos para las cajas de resistencia y a través de las diferentes manifestaciones de solidaridad provenientes de los sectores que sufren las inclemencias producidas por la huelga del transporte; un apoyo que también constatan, semana tras semana, todas las encuestas, cifrándolo en dos tercios de la población. El mismo porcentaje que se muestra cada vez más preocupado por esta reforma y el porvenir de sus pensiones.” León Cremieux, Hacia un nuevo aliento para que Macron ceda, 19/01/2020 en https://vientosur.info/spip.php?article15538