El artículo 75 del nuevo reglamento escolar de la Ciudad de Buenos Aires plantea que les docentes no podemos hablar de género, de sexualidad ni de política, entre otros, porque afirma que podemos «influir, confundir y/o afectar» a les estudiantes. Esto es una campaña fascistoide que busca deslegitimar a la docencia planteando que «adoctrinamos». Pero les docentes promovemos debates, ayudamos a barrer prejuicios sobre quienes tenemos al lado y sus identidades, y generamos espacios de debate en donde todes puedan expresarse y respetarse mutuamente. La mentira del adoctrinamiento docente es una maniobra repugnante para ocultar que los que quieren adoctrinar son ellos y por eso censuran y prohíben.
#GRAVE El nuevo reglamento escolar de Jorge Macri mete a la policía del pensamiento en las aulas como si fuera una dictadura.
El artículo 75 plantea que les docentes no podemos hablar de género, de sexualidad ni de política, entre otros, porque afirma que podemos «influir,… pic.twitter.com/gLi8P8AhhX
— Federico Winokur (@federicowinokur) February 12, 2025
Prohibir en las escuelas hablar de género y sexualidad es contrario a la ESI e impide garantizar los derechos de niños y adolescentes. Va en línea con la eliminación del lenguaje inclusivo, que prohíbe nombrar personas por su identidad de género al tiempo que da argumentos a la derecha para discriminar adentro de las escuelas. Todo esto en un contexto en el que los discursos de odio crean el clima para ataques cada vez más frecuentes a personas no cis-heterosexuales, como sucedió en Cañuelas o ayer mismo en Orán donde una mujer recibió 7 puñaladas por ser lesbiana. Por eso este reglamento es oscurantista, alienta los discursos de odio y la discriminación.
Prohibir cualquier tipo de intercambio de ideas y de debate político en el aula, incluso aunque les estudiantes planteen estos temas, es censura y es propio de una dictadura. Les estudiantes y también docentes históricamente se han organizado para defender la educación que hace décadas tiene edificios que se caen a pedazos, planes de estudio regresivos, etc. También han discutido y participado de enormes conquistas de derechos en nuestro sociedad como fue el derecho al aborto. Prohibirles hablar de política es de una gravedad enorme en un país donde tuvimos pibes de secundaria desaparecides en La Noche de los Lápices.
Hay que rechazar este nuevo reglamento, así como la prohibición del lenguaje inclusivo y todos los ataques a la docencia y estudiantes. ¡Exigimos que el gobierno dé marcha atrás con esta medida fascistoide!
No queremos a la policía del pensamiento en nuestras aulas.