El intento de humillación de Trump a Zelensky es para poner Ucrania de rodillas

El escándalo de la pelea en público de Trump y Zelensky es una puesta en escena imperialista. Trump se quiere repartir los despojos de Ucrania con Putin.

La humillante puesta en escena de Trump de su discusión con Zelensky es un intento de poner de rodillas a Ucrania. Está presionando para que el país acepte ser parte de un reparto con Rusia del que los ucranianos no tengan arte ni parte. Es una bravuconada imperialista y un guiño a Putin.

Lo que hizo Trump fue también una evidente puesta en escena para hacerse campaña entre el público estadounidense, con su insistencia de que Ucrania debería «estar agradecida» con Estados Unidos y que la guerra es culpa de la estupidez de Biden.

La política de Trump pone en peligro serio la integridad territorial ucraniana. La reunión de hoy era para la supuesta firma de la entrega de explotación de recursos naturales a Estados Unidos, una evidente concesión para lograr que continúe la ayuda militar del imperialismo yanqui en una guerra que ya lleva tres largos años de duración. Evidentemente, Zelesnky se prestó a esa humillación: su política fue desde el principio poner Ucrania en la zona de influencia del imperialismo occidental, en vez de la de Rusia. 

Pero, pese a la política de sometimiento semicolonial del gobierno ucraniano, la guerra comenzó para frenar la invasión rusa, e implica defender la integridad territorial de Ucrania. Biden y la OTAN enviaron armamentos con la intención de que Ucrania pase a su zona de influencia, y Zelensky se prestó voluntariamente a esa estrategia.

Ahora, Trump le da un giro a la orientación yanqui y, evidentemente, pretende imponerle al gobierno ucraniano que se someta a Rusia como parte de una política de «acuerdos» para un nuevo reparto del mundo entre un puñado de potencias.

Eso fue lo que desató la discusión en primer lugar: Vance, el vice de Trump, le dijo a Zelensky que debería resolver la guerra «con diplomacia». Es decir, cediendo a Putin, mínimamente entregando parte de su territorio. Y esa discusión se dio frente a todos los medios mientras de preparaban para firmar un acuerdo económico de concesión de explotación de recursos naturales. El mensaje era claro: Zelensky debía ser más «humilde» y permitir sin chistar que Estados Unidos y Rusia se repartan los despojos del país.

«Trump acaba de intentar humillar en vivo en el salón Oval a Zelensky, presidente de Ucrania» escribió en redes sociales Roberto Sáenz, dirigente de la Corriente Internacional Socialismo o Barbarie y el Nuevo MAS argentino. «Lo que se aprecia, amén del garrote de Trump, es que aun bajo Zelensky, neoliberal convicto y confeso, es que la cuestión nacional ucraniana es legítima y real. Zelensky no podría capitular tan fácil al tándem Trump – Putin si esto no fuera así.»

 

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