Una medida similar se hizo con los neumáticos para camiones. Ahora serán los que se usan para los autos y camionetas con esta medida el gobierno busca, en teoría, «ampliar la oferta y que los precios bajen».
“Frente a un aumento de la importación, la ecuación de precios se va a complicar y lo más probable es que esto afecte las fuentes laborales. Pero es un camino. Veremos los beneficios”, dijo un empresario del sector (Infobae 1/10/24).
Esto ya afectó las fuentes de trabajo. La misma nota informa –lo que sufren en carne propia los trabajadores del sector– “las tres empresas productoras de neumáticos despidieron más de 1.000 personas en los últimos dos años. En el caso de Bridgestone, que produce más del 90% en el país, redujo más de 400 personas en un año, debido a una merma de entre 30% y 40% de la exportación; en el caso de Fate, la caída de empleo alcanzó los 260; y las mermas en Pirelli superaron los 300 puestos de trabajo.”
«La culpa es de los trabajadores»
En la misma nota el empresario dijo “los neumáticos están caros por varias razones, por un tema de costos y por los conflictos gremiales que tiene el sector”.
Esta es la posición de los empresarios, que dejaron mucho más desarrollada en todas las actas que se labraron en la Subsecretaría de Trabajo, en ocasión de los despidos, del PPC y ahora en las audiencias paritarias. Según ellos, la culpa es de los trabajadores, porque faltan mucho, porque se enferman, porque tiene muchas horas extras, porque tienen mucho descanso, porque pierden mucho tiempo en los cambios de turno y se paran las máquinas, etc.; y sobre todo porque se resisten y luchan por sus derechos.
Lo que viene
Ante la recesión provocada y la política aperturista del gobierno, las patronales siempre “cortan el hilo por lo más delgado”, el lado más fácil y el más débil: los trabajadores. Lo hacen reduciendo las fuentes laborales, el salario y las condiciones de trabajo, a esto se refería el empresariado cuando dijo: “Pero es un camino. Veremos los beneficios”.
Conclusión: se vienen más despidos, y más ataques a los salarios y condiciones de trabajo. Como ya está sucediendo con el estancamiento de la paritaria y el atraso salarial.
Enfrentar con firmeza el brutal ataque
Los laburantes debemos tomar recaudo y acciones para plantear en primera instancia la reincorporación de todos los despedidos del gremio, y con la misma fuerza que descongelen nuestros salarios y nos den los porcentajes de aumento de acuerdo al costo de vida del último trimestre.
Hay que mostrarle a la patronal que hay reservas en Fate y en el gremio. El primer paso es reagrupar al activismo de todos los colores, el primer paso es unir la fuerza con las que contamos, unificar a todos los que queremos pelear por la reincorporación de los todos los compañeros por el salario y en defensa de las condiciones de trabajo.
Entre el relato y la realidad: los aranceles y demás medidas proteccionistas
El gobierno ultra capitalista y de ultra derecha de Javier Milei sigue abriendo la economía para dejarla expuesta a la competencia de las grandes multinacionales chinas y de otros países que, además de su escala, tienen beneficios para exportar de sus respectivos estados.
Nuestra perspectiva es que no hay salida positiva para los trabajadores dentro de este sistema capitalista y mucho menos en el ultra capitalismo que proclama Milei.
Desde esa perspectiva es que estamos de acuerdo con medidas proteccionistas que separen la economía nacional del resto del mundo. La razón es muy sencilla: una economía atrasada, dependiente y con un escaso grado de industrialización no resistiría la competencia directa con la multinacionales, sean del origen que sea, norteamericanas, europeas o asiáticas.
Nuestra posición es de defender la industria nacional pero no a las patronales nacionales o extranjeras.
Desde el Estado nacional– tanto los gobiernos kircheristas como el de Macri– tomaron medidas proteccionistas. Por ejemplo, el 35% de aranceles para la importación. Pero no era la única. Había un régimen cambiario diferencial para los importadores de materia prima, un régimen especial de financiamiento para las exportaciones, etc, pero los beneficios siempre fueron para el mismo lado.
Los privilegiados del Estado siempre fueron los mismos: los capitalistas, los empresarios.
Al trabajador le decían: «conformate con ser un esclavo asalariado en blanco y con derechos». Ahora Milei y la patronal te dicen: «si querés tener un trabajo entrega todos los derechos, para ser un esclavo asalariado sin derechos».
Si hay medidas proteccionistas, deben ser controlados por los trabajadores para que no se lleven los beneficios los empresarios. Sino paso lo que pasa siempre: empresarios mil millonarios como Madanes y trabajadores pobres y super explotados. Sin ir más lejos, en el año 2023, la empresa Pirelli fue multada por un escandalosa triangulación para tener beneficios extraordinarios con los dólares oficiales para importar y exportar a dólares paralelos.
La utopía peronista
El peronismo en todas sus variantes tiene un “relato” que se basa en el sentido común, que dice algo así como: “Estamos en el mismo barco (Argentina). La producción nacional nos interesa a todos para que funcione el mercado interno, porque da trabajo, agrega valor, etc. Y el Estado –peronista, agregan ellos– se necesita para que los egoístas empresarios no se la lleven toda, para redistribuir el ingreso.”
Ese sentido común se basa en un mundo que no existe más, era el mundo post Segunda Guerra Mundial, de los nacionalismos burgueses (Perón, Nasser; etc), de los 2 bloques, de la tercera posición. Ese mundo terminó, según el reconocido historiador inglés Eric Hobsbawm en el 89/91. Es decir, hace más de 30 años, o si se quiere 35 años.
Algunos quisieron ver en las provocaciones empresarias un conflicto inventado para sacarle concesiones a Milei, pero no fue eso. La gran patronal, sea argentina o extranjera, es neoliberal, está con la apertura de los mercados, con las desregulaciones, con las privatizaciones, etc. El relato peronista de la burguesía nacional no tiene sujeto. No hay burguesía nacional como hace 80 años. La burguesía nacional se extranjerizó, se asoció al capitalismo internacional, se financiarizó, es neoliberal. Por eso apoyan a Milei, aunque tome algunas medidas que no les guste del todo.
Las críticas que le hacen algunos patrones, políticos patronales y hasta el FMI, tienen que ver con otra cosa, no exactamente con la economía, sino con el temor que la clase trabajadora y el pueblo argentino haga estallar todo por los aires como ya sucedió en varias oportunidades en la historia.
Obviamente, el peronismo, incluida CFK, proponen otras medidas económicas, pero respetando la esencia neoliberal de las contrarreformas de Milei. Por ejemplo, Cristina salió a decir que había que modernizar las leyes laborales y el CGT ayudó a su aprobación. Más claro, echale agua. Para decirlo en otros términos: las críticas económicas que le hace el peronismo a Milei son por el miedo político a otro estallido social, en el trazo grueso están de acuerdo.




