Peter Lamelas es un yanqui de origen cubano, un escuálido defensor del pasado colonial de su paĂs de origen, cuando estaba sujeto al control de Estados Unidos. La misma posiciĂłn toma para Argentina. Desde la asunciĂłn del Trump, el trato descarado de AmĂ©rica Latina como «patio trasero» no ha parado de empeorar. Siempre fuimos eso para ellos, ahora lo dicen sin vergĂĽenza.
El momento más escandaloso de su discurso fue cuando lisa y llanamente prometió intervenir en las decisiones económicas de las provincias. ¡Literalmente prometió “vigilar que no hagan acuerdos con los chinos”!
“Hay 23 provincias y cada una tiene su propio gobierno, que puede negociar con fuerzas externas, con los chinos u otros, para ir y hacer proyectos en esa provincia en particular. Y eso también puede prestarse a la corrupción, a la corrupción por parte de los chinos”.
El planteo es directo, sin filtros. Es una promesa de intervenciĂłn sobre las decisiones soberanas de Argentina en materia de relaciones diplomáticas y econĂłmicas con otros paĂses. Las relaciones diplomáticas y las embajadas, en teorĂa (siempre en teorĂa, si no existiera el imperialismo), son para las relaciones bilaterales entre paĂses soberanos. No se supone (de nuevo, en teorĂa) que los embajadores tengan ningĂşn poder de decisiĂłn sobre la polĂtica del paĂs que los recibe. Claro que eso no evitĂł en ningĂşn momento ningĂşn golpe de Estado apoyado por la embajada yanqui en ningĂşn lugar de AmĂ©rica Latina. Hace varios años que eran más disimulados. Peter Lamelas dice en voz alta lo que antes decĂan en voz baja.
«Yo quiero dialogar no solo con el Presidente, (el canciller) Gerardo Werthein, Luis Caputo o Santiago Caputo, sino tambiĂ©n con los gobiernos provinciales. Tenemos que seguir apoyando a Javier Milei para construir una mejor relaciĂłn entre nuestros paĂses”. De nuevo, ningĂşn embajador tiene por quĂ© tener ningĂşn rol de «apoyar» a nadie. Esto no es solamente injerencia de una potencia imperialista en las cuestiones internas de un paĂs (en teorĂa) soberano. Es el uso del poder del Estado yanqui para favorecer los intereses polĂticos particulares de la facciĂłn polĂtica trumpista. Es una actitud parecida a la que tomaron frente a Brasil con la amenaza de aranceles de represalia por el juicio a Bolsonaro y los golpistas.
Las cosas no pararon de empeorar cuando siguiĂł y prometiĂł “garantizar que la Justicia cumpla con la cárcel para la expresidenta”. ÂżQuiĂ©n es Ă©l, virrey wannabe, para que la «Justicia» haga nada de lo que quiera? Esta parte del discurso fue continuidad de su afirmaciĂłn de que tratarĂa de llegar a «la verdad» sobre el caso AMIA. «La verdad» para Estados Unidos ha sido siempre la de echar la culpa a sus enemigos internacionales, aunque esa «verdad» no sea verdad.
La Ăşnica reacciĂłn de Milei fue lustrarle las botas al embajador yanqui a lengĂĽetazos. En una publicaciĂłn en redes sociales, el mayordomo en jefe de la embajada festejĂł el discurso de Lamelas compartiendo un artĂculo con un titular destacando que lo habĂa «elogiado». «SĂ señor» parecĂa estar diciendo en Instagram.
«¡Indignante la exposición de Lamelas en el Senado yanki! ¿¡Quién se cree que es este lacayo de Trump!? Argentina no es un virreinato como para que venga un embajador de los EEUU a decirnos qué podemos o no podemos hacer» repudió Manuela Castañeira, dirigente del Nuevo MAS. «El gobierno de Milei no se aguanta más, es un perrito faldero de Trump. Hay que construir una alternativa anticapitalista contra este gobierno cipayo y para sacar al imperialismo de Argentina y Latinoamérica.»
¡Indignante la exposición de Lamelas en el Senado yanki! ¿¡Quién se cree que es este lacayo de Trump!? Argentina no es un virreinato como para que venga un embajador de los EEUU a decirnos qué podemos o no podemos hacer.
El gobierno de Milei no se aguanta más, es un perrito…
— Manuela Castañeira (@ManuelaC22) July 23, 2025