
“Con el caso Arruga se encontró la prueba de que nunca se lo había llevado la policía, que apareció en la General Paz porque lo había atropellado un auto y que estaba como N.N enterrado” mintió con descaro la ministra en una entrevista en el programa Corea del Centro. Dice que fue “una construcción como quisieron hacer con el caso Maldonado”.
En enero de este año se realizó una movilización convocada por “Familiares y amigos de Luciano Arruga” se desarrolla en una coyuntura marcada por el ajuste del gobierno y por el intento del mismo, vía el ministerio de seguridad de Patricia Bullrich, de imponer una agenda represiva ligada a la baja de la edad de imputabilidad y la resolución del gatillo fácil que pretende legalizar la doctrina Chocobar. Ahora Bullrich quiere cubrir políticamente el escándalo del caso San Miguel del Monte mintiendo descaradamente.
Mientras la Bullrich y Berni discuten quien tiene la mano más dura y la edad de imputabilidad más baja (recordemos que el gobierno K impulso bajar la edad de imputabilidad a los 14 años en el 2009), el caso de Luciano muestra como la institución policial está podrida hasta el tuétano, este adolescente de 16 años pagó con su vida su negativa a robar para la policía. La lucha de sus allegados en conjunto con organizaciones de Derechos Humanos y la izquierda dejo un sistema de crimen organizado completamente al desnudo que termino admitiendo hasta ex ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires Stornelli en su denuncia.
La Ministra de la represión quiso también deslegitimar el accionar de los organismos de Derechos Humanos: “Lo que pasaba antes en la Argentina es que cuando un policía actuaba, independientemente de lo que hubiera hecho, aparecía un aparato ideológico con el CELS, CORREPI, que lo condenaban por el solo hecho de ser policía”.
Sostuvo también que «hemos cambiado la doctrina para que los policías no siempre sean culpables” y dijo que cuando la Prefectura asesinó a Rafael Nahuel hubo un «enfrentamiento», cosa demostrada como sí «una construcción» mentirosa. Hace apenas unos días fueron procesados por homicidio los responsables porque no hubo enfrentamiento ni Rafael Nahuel había disparado ningún arma como sostiene mentirosamente Bullrich.
En este décimo aniversario debemos exigir justicia por Luciano y por todos los pibes que se lleva el gatillo fácil y enfrentar la política represiva del gobierno impugnando su agenda reaccionaria, mostrándole a la sociedad que el reforzamiento del aparato policial solo trae más asesinatos a manos de las fuerzas de seguridad (más de 5700 desde la vuelta a la democracia según CORREPI), mas crimen organizado y más represión a las luchas.
¡Luciano Arruga presente!






