Adorni se prepara para asumir como Jefe de Gabinete con una serie de poderes ampliados tras renunciar a asumir la banca que ganó en mayo en la Legislatura porteña. La suya fue una candidatura testimonial. Pasó de vocero a superministro en apenas algunas semanas.

Luego de la salida de Guillermo Francos del Ministerio del Interior y la llegada del arribista Diego Santilli al puesto, la Jefatura de Gabinete absorberá buena parte del poder de dicho ministerio. Karina Milei, una figura ridículamente marginal, logró imponer en un puesto de mucha influencia a uno de los suyos.

El día de hoy, martes 11, fue publicado el Decreto 793/2025 en el Boletín Oficial con la firma de Milei y Adorni. Con él modifican la Ley de Ministerios bajo la excusa de una mayor optimización de la gestión, pero es en realidad un reacomodo de poder interno entre los arribistas y trolls de internet que ejercen como funcionarios de este gobierno.

En este marco, la Secretaría de Comunicación, hasta ahora dirigida por Adorni, es disuelta y sus tareas, bienes y compromisos anexionados por la Jefatura de Gabinete. Así, la comunicación oficial sigue en sus manos y, por primera vez en 2 años, tendrá más tareas que responder preguntas matinales (cada tanto).

Por otro lado, la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes, dirigida por el excandidato a presidente por el kirchnerismo y actual mileísta Daniel Scioli será desprendida del Ministerio del Interior para quedar en la órbita de la Jefatura.

Pero Adorni no fue el único en sacarle áreas a Interior: la gente vinculada a Bullrich también consiguió una ampliación de poderes. El Ministerio de Seguridad tendrá en sus manos la Dirección Nacional de Migraciones y del Registro Nacional de las Personas, haciendo que la sucesora de Patricia Bullrich, casi seguramente la actual viceministra de Seguridad, desde el 10 de diciembre acumule un poder considerable.

Con estos cambios, la cartera a manos de Adorni estará repleta de cajas como la de Turismo. Mientras tanto, el Ministerio del Interior luce enflaquecido, con prácticamente una sola tarea: negociar con los gobernadores. Parece que el gobierno le tiene la confianza mínima e indispensable a Santilli, y ni un gramo más.

A estos cambios ministeriales se le agrega la modificación del funcionamiento de las Secretarías dependientes de Nación. De esta manera, las definidas en el Boletín como “tareas necesarias para posibilitar la actividad del Presidente” pasan a estar a manos de la Secretaria General, Legal y Técnica, Inteligencia de Estado y Cultura.

Además, en el Decreto marcan que «Las personas a cargo de las Secretarías General, Legal y Técnica y de Inteligencia de Estado, todas dependientes de la Presidencia de Nación tendrán rango y jerarquía de Ministro». De esta manera, estas 3 secretarías cambiarán de rango, subiéndolas al mismo nivel que un Ministerio, permitiendo así que quienes las encabezan, como Karina Milei, tengan rango y jerarquía de ministros.

Desde el gobierno plantean que estos cambios tienen que ver con «optimizar y dotar de mayor eficiencia a la administración nacional” aunque pareciera que lo único que buscan optimizar es que Karina Milei acumule más poder –y cajas- dentro del gobierno para poder blindar aún más su 3%, mientras la interminable interna continúa sin fin.

Con los cambio en el Gabinete, el gobierno afirma el poder de los afines a Karina Milei. Así, con una coimera marginal más poderosa, se preparan para la ofensiva contra los trabajadores con la que pretenden comenzar la segunda mitad de su gobierno.