Werthein es el último funcionario caído de la gestión nacional de Milei. ¿Cuántos van ya? Es difícil creer que alguien lleve la cuenta de la cantidad de funcionarios caídos bajo este gobierno. Es muy probable que si alguien la hiciera, encontraría un récord de funcionarios caídos por mes en relación a gobiernos anteriores.
Una cosa es el detonante inmediato de la renuncia de Werthein, otra muy diferente son los motivos de fondo.
Lo que disparó la renuncia fue la interna con el grupo de trolls, lúmpenes e incels comandados por Santiago Caputo después de los traspiés de las gestiones diplomáticas con Trump. La crisis comenzó cuando Trump dijo que «si Milei pierde, no seremos generosos». La confusión era obvia: el presidente yanqui pensaba que se avecinaban elecciones presidenciales, no legislativas, y que se ponía en juego un segundo mandato de Milei.
Los trolls de Caputo quisieron poner de responsable a Werthein. Su renuncia fue anticipada por el «es muy generoso llamarlo periodista» Luis Majul, que es socio empresarial del ahora ex canciller.
La verdad es que no quieren afrontar los hechos: que Trump apenas los registra. Y que tomó la decisión de salvarlos no como «aliados» sino con una política de paternalismo a sus perros falderos latinoamericanos.
El anuncio de la renuncia y la interna en el Gabinete no tiene ninguna discusión sobre política internacional. Todos acuerdan sobre lo fundamental: hay que lamerle las botas a Estados Unidos, y a Trump en particular.
Sobre el plan de Milei, Trump dijo que: “El plan puede caerse, sí, pero también le puede ir bien. Le vamos a dar la chance”. ¿Por qué entonces el salvataje y el intento de influenciar abiertamente en el resultado electoral? El «plan» económico de Milei y Caputo es un absoluto fracaso. Todo lo demás es mentira.
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“Nuestras decisiones están sujetas a quién gana las elecciones, porque si un socialista gana, uno se siente muy diferente sobre si haces la inversión” declaró Trump para sorpresa de absolutamente nadie. En 2016, había sido un escándalo mayúsculo en Estados Unidos la denuncia de la intervención de Putin en secreto para forzar un resultado que le convenga. Sobre Argentina, Trump interviene directamente, sin ningún disimulo, y a nadie le resulta extraño.
El idiota de Milei está muy feliz en su lugar de perro faldero.
“Creo que va a ser un buen caso para mostrar al mundo que las ideas de la libertad funcionan y generan prosperidad” dice el presidente de Argentina… Literalmente, festeja que sus «ideas» funcionan en una reunión sobre el salvataje que tuvo que rogar a la principal potencia económica.
La renuncia de Werthein es una crisis política que Milei no necesitaba en un momento que no necesitaba. A pocos días de las elecciones, necesitan como nunca disimular su extrema fragilidad, que acaba de ser puesta muy en evidencia. El problema de fondo es que la Libertad Avanza tiene casi todos sus funcionarios prestados. No tienen trayectoria militante de ningún tipo y necesitan recurrir a tecnócratas de todo tipo, los profesionales de gobierno y gestión del país, «la casta» de la organización política capitalista de Argentina.




