El día de ayer (15), se dió a conocer que el gobierno de Trump autorizó a la CIA para que lleve a cabo acciones encubiertas en Venezuela. Con esta medida, Washington abre la posibilidad de buscar un cambio de régimen en el país sudamericano.
Esto representa una intromisión escandalosa del imperialismo norteamericano en América Latina, la cual se asemeja a las operaciones realizadas en la segunda mitad del siglo XX en el marco de la Guerra Fría.
Las razones aportadas por Trump se inscriben en su línea discursiva de vincular a Caracas con el envío de prisioneros hacia los Estados Unidos y, además, de acusar a Madura de liderar el “Tren de Aragua”, aunque de esto aún no aportó ninguna prueba y contradice los informes de sus equipos de inteligencia.
Por otra parte, en los últimos días el ejército estadounidense continuó con sus ataques en el Mar Caribe y, al momento de escribir esta nota, son cinco las embarcaciones destruidas y 27 ejecuciones sumarias. Como expusimos en notas anteriores, este accionar constituye un acto de terrorismo de Estado.
En referencia a la situación de Venezuela, el presidente estadounidense declaró que “ciertamente estamos mirando la tierra ahora, porque tenemos el mar muy bajo control”.
Con el nuevo permiso emitido por la Casa Blanca a la CIA, esta agencia podría tomar medidas encubiertas contra Maduro o su gobierno, ya sea unilateralmente o junto con una operación militar más amplia.
Además, es importante anotar que el contingente de soldados en el Caribe creció, pasando de 4000 a 10 mil efectivos militares, ubicados principalmente en la base de Puerto Rico.
Mientras tanto, el gobierno de Maduro anunció que este jueves recurrirá a la ONU y, según un mensaje desde Miraflores, “mañana (este jueves) nuestra Misión Permanente ante la ONU elevará esta denuncia ante el Consejo de Seguridad y el Secretario General, exigiendo rendición de cuentas al gobierno de los Estados Unidos». Diosdado Cabello, por su parte, acusó a EE.UU. de conspirar para «robar» a Venezuela, un país rico en petróleo, sus inmensos recursos naturales», informó la agencia de noticias AFP.
En medio de las tensiones, la derecha escuálida ve con expectativa el accionar del imperialismo estadounidense. Por ejemplo, María Corina Machado, aseguró que Maduro convirtió a Venezuela en “una amenaza real a la seguridad nacional de Estados Unidos” y, agregó, “necesitamos la ayuda del presidente de Estados Unidos para detener esta guerra, porque se trata de vidas humanas”. En otras palabras, la “Nóbel de la Paz” está a favor de la intervención imperialista en su país, ya sea mediante la CIA o a través de una acción militar directa.
Es de recordar que la CIA tiene un amplio historial de orquestar golpes de Estado en la región latinoamericana: derrocó a Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954, organizó la invasión de Bahía de Cochinos a Cuba en 1961, apoyó los Golpes de Estado en Brasil (1964), Chile (1973) y en Argentina (1976), entre otras muchas operaciones encubiertas.
Reiteramos nuestro repudio al despliegue militar, las operaciones encubiertas de la CIA y las amenazas del imperialismo estadounidense contra Venezuela. Nos colocamos del lado del pueblo venezolano en la defensa de su soberanía nacional y defendemos su derecho a autodeterminarse. Esto lo hacemos sin brindar ningún apoyo político al gobierno autoritario y burgués de Maduro, al mismo tiempo que denunciamos a la oposición burguesa pro-imperialista que abiertamente apoya la intervención del imperialismo en el país.




