Días atrás, el presidente Donald Trump publicó en sus redes sociales que el gobernador de Illinois, J. B. Pritzker, y el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, deberían ser encarcelados por su oposición a los despliegues de la Guardia Nacional. El mensaje fue el siguiente: “¡El alcalde de Chicago debería estar en prisión por no proteger a los agentes del ICE! ¡El gobernador Pritzker también!”.
Actualmente, hay 2.400 efectivos activos de la Guardia Nacional en Washington, 300 en Memphis y Los Ángeles, 500 en Chicago (de Texas y la Guardia local) y, en los casos de Portland y Chicago, la justicia bloqueó temporalmente la movilización de efectivos. También, se planea hacer un despliegue en San Francisco, Baltimore, New Orleans y Saint Luis.
El discurso de Trump para justificar los despliegues va en dos vías. En los casos de Washington y Memphis, por ejemplo, alega que lo hizo por la ola de “delincuencia fuera de control”; sin embargo, dicho discurso no se condice con la realidad, porque los agentes desplegados están ubicados lejos de las “zonas problemáticas”.
Asimismo, en los casos de Los Ángeles, Chicago y Portland, “justifica” el despliegue como una respuesta a las protestas en contra de las redadas del ICE. En estás ciudades santuario, se presentaron protestas en contra de la política migratoria xenófoba de Trump y, además, son territorio de tensión entre la Casa Blanca y los gobernadores demócratas.
Johnson (alcalde de Chicago) reforzó las políticas santuario y abrió una “zona libre de ICE” el 6 de octubre, la cual prohíbe a los agentes federales de inmigración utilizar propiedades de la ciudad en sus operaciones. Por su parte, Pritzker (gobernador de Illinois), en el marco de la represión hacia manifestantes, llegó a asegurar que iban a perseguir a los agentes que cometan delitos. En las ciudades de Chicago y Portland, los despliegues de la Guardia Nacional fueron bloqueados por órdenes judiciales.
Crece el repudio hacia la política migratoria de Trump
El avance de la política migratoria xenófoba de Trump le abre paso al descontento en las calles. En distintas ciudades se reportan protestas en contra de las redadas del ICE.
Trump se refirió a las protestas como una “invasión interna” o acusando de “terroristas Antifa” a las personas manifestantes.
Para el caso de Los Ángeles, justificó el despliegue de 4.800 efectivos militares para reprimir las manifestaciones, a pesar de las objeciones del gobernador de California, Gavin Newsom.
En Chicago, el pasado fin de semana, numerosas personas resultaron heridas y hubo muchos detenidos en los enfrentamientos entre las fuerzas federales y manifestantes. Las protestas estaban dirigidas en contra de los abusos cometidos hacia migrantes y las deplorables condiciones de los centros de detención.
La brutalidad en la represión también comienza a colarse en otras ciudades. En Illinois, durante una jornada de protestas, las fuerzas represivas fueron filmadas lanzando gas pimienta en contra de quienes se manifestaban, e incluso, llegaron a abrir fuego contra una mujer.
En Portland, según informes internos del gobierno, se observaron muestras de desobediencia civil como obstrucción a los vehículos, rayados en paredes o enfrentamientos entre manifestantes y contra-manifestantes.
Así, mientras en las calles se vive el incremento de la represión, en las alturas el inquilino de la Casa Blanca busca chivos expiatorios para justificar la militarización. Trump publicó el siguiente mensaje en sus redes sociales: “A pedido de la Secretaría de Seguridad Nacional, Kristi Noem, instruyó al secretario de Guerra, Pete Hegseth, que proporcione todos los militares necesarios para proteger Portland, devastada por la guerra, y cualquiera de nuestras instalaciones del ICE que estén asediadas por ataques de Antifa y otros terroristas nacionales. También autorizo el despliegue de toda la fuerza, si es necesario”.
Este mensaje recuerda las pasadas aseveraciones de Trump en Quantico, Virginia, respecto a la invasión interna y la asociación que hizo con la guerra contra las drogas. Con esto, busca crear un discurso que valide el incremento de la represión, el cual aplica en las calles y dentro de los centros de detención del ICE.
La brutalidad en los centros del ICE: se reportan 22 asesinatos
El número de personas detenidas por el ICE se duplicó con respecto al año anterior. Además, es uno de los más altos en la historia del país, la cantidad de personas detenidas aumentó un 111% tras la elección de Trump. Las detenciones ya superan los 60.000 personas.
Informes de Human Rigth Watch, señalan la violación de derechos humanos en los centros de detención del ICE. Entre las denuncias, figura la falta de tratamiento médico a detenidos con enfermedades crónicas, quienes no tuvieron acceso a medicinas, a pesar de alertar en repetidas ocasiones a las autoridades.
La brutalidad no se limita a los malos tratos en los centros. Entre octubre del 2024 y el 30 de septiembre del 2025, se contabilizan 22 personas fallecidas tras ser detenidas por la agencia migratoria. Esta es la cifra de muertes más alta en 20 años, y la mitad se trata de personas latinas.
Además, el cierre del gobierno federal (el “shutdown”) también contrajo consecuencias en los centros de detención, en particular con el cierre de la Oficina de Supervisión de Detenciones, la cual se encargaba de garantizar un “trato seguro” a los migrantes.
Según un comunicado de Detention Watch Network “Es alarmante que en los primeros nueve meses de la Administración Trump nos estemos acercando rápidamente al número total de muertes que ocurrieron bajo el Gobierno de Biden”. Lo cual da cuenta de la brutalidad de la política migratoria de Trump la cual apunta a ir en escalada.
En el caso de Georgia, el senador demócrata Jon Ossoff, resumía la situación en centros migratorios de la siguiente manera: “Entre los hechos denunciados o confirmados con credibilidad se incluyen muertes bajo custodia, abuso físico y sexual, maltrato a mujeres embarazadas, maltrato infantil, atención médica inadecuada, hacinamiento y condiciones de vida insalubres, falta de agua y alimentos, exposición a temperaturas extremas, negación de acceso a abogados y separaciones familiares”.




