Se agravan los problemas judiciales para Donald Trump. Esta tarde el expresidente estadounidense debió comparecer frente a tribunales federales de Miami, Florida, por el caso en el que se lo acusa del robo y ocultamiento de documentos clasificados.
La comparecencia se da apenas unas semanas después de que Trump haya sido encontrado culpable por el delito de agresión sexual, por el que deberá pagar una multa económica pero no ira tras las rejas. La de Trump fue la primera condena judicial a un presidente norteamericano en toda la historia del país.
Pero los récords no terminan ahí: ahora Trump se convirtió también en el primero en ser acusado de delitos federales.
Es que desde el punto de vista estrictamente jurídico, el caso de los documentos clasificados robados constituye un problema judicial mucho más grave para el líder republicano, al tratarse de cargos federales.
El 8 de agosto de 2022, un allanamiento del FBI en Mar-a-Lago, la mansión que Trump tiene en Miami Beach, encontró un total de 75 documentos clasificados en distintos lugares del resort, incluidos lugares muy «descuidados» como baños o un salón de baile.
Según informó el fiscal del caso, de la documentación encontrada 11 estaban clasificados como de «alto secreto» (el más alto grado de clasificación), 36 como «secreto» y los 28 restantes como «confidencial».
Obviamente no se dieron detalles sobre el contenido de esos documentos, pero sí se supo que se trata de información proveniente de distintos organismos de inteligencia de los EE.UU., incluida la CIA, el Departamento de Estado, la Agencia de Seguridad Nacional y el Departamento de Defensa.
El fiscal le leyó a Trump esta tarde los 36 cargos que se le acusan, que incluyen la manipulación indebida de material clasificado, incluido su robo y ocultamiento deliberado, así como la negativa a devolvérselo al gobierno de los EE.UU., sumado a otras acusaciones como obstrucción de la justicia.
Los documentos, según se pudo saber hoy, incluían información sobre capacidades militares de EE.UU. y de países extranjeros, incluida información sobre armamento nuclear. Además, contienen informes sobre posibles represalias en caso de un ataque a los EE.UU y sobre las vulnerabilidades militares y estratégicas del país y sus aliados.
Como es usual, el magnate prefirió expresarse a través de su red social Truth Social. Allí publicó un video donde se declara inocente, denuncia una «cacería de brujas», calificó al fiscal del caso como «rufián» y «lunático de la izquierda radical», así como se refirió al «corrupto» Departamento de «Injusticia», al que acusó de haberle «plantado» las pruebas en aquella redada en su mansión del pasado 8 de agosto.
El caso debe seguirse con atención, ya que el avance del juicio -del que los abogados de Trump solicitaron que sea por jurado popular- puede tener importantes repercusiones en el futuro político del exmandatario, que pretende volver a postularse a la presidencia en 2024.
