
Sergio Massa se reunió con la subdirectora Gerente del FMI, Gita Gopinath, para buscar «flexibilizar» el acuerdo con el ente imperialista. Esto de cara a la próxima reunión de la mesa directiva del FMI, prevista para el viernes. El gobierno busca que el FMI libere un nuevo giro por 5300 millones dólares tras modificar el acuerdo.
En esta reunión Massa le hizo «saber» al Fondo la situación originada por la sequía, que claramente impacta en una menor recaudación de dólares, mayor devaluación del peso y un empeoramiento de la crisis. Se repasaron otra medidas, o maniobras, del gobierno en cuanto al incremento de la reservas, como el canje de la deuda en pesos, la recompra de deuda, entre otros.
El Fondo pide mas ajuste para garantizar el cumplimiento de la meta de déficit fiscal del 1,9% del producto bruto interno. Según Massa la reunión ha sido «buena», con lo cual es muy probable que esta nueva flexibilización sean más malas noticias para los trabajadores.
En el contexto de la 4ta revisión del programa del @IMFNews, mantuvimos una buena reunión con la Subdirectora Gerente del organismo @GitaGopinath y su equipo, con quienes analizamos el impacto de la sequía en el país y se valoró el despeje de vencimientos de la curva en pesos. pic.twitter.com/QDORVAedUt
— Sergio Massa (@SergioMassa) March 29, 2023
Good meeting with Minister @SergioMassa. Discussed the 4th review of the program, the severe impact of the drought and importance of actions to boost reserves and continue to sustainably mobilize domestic financing. pic.twitter.com/AIGnMPXTDf
— Gita Gopinath (@GitaGopinath) March 29, 2023
Hasta ahora la relación de Massa y el gobierno con el imperialismo, y en particular con el Fondo Monetario, ha sido buena. El FMI no ha hecho mas que aceptar todas las propuestas, en especial las de Sergio Massa, e incluso ha felicitado al gobierno. Es así como se abre otro nuevo capitulo de agachadas que se suma a los, ya incontables, anteriores.
Profundizar el ajuste a toda costa
Massa pasó revista a los pequeños «contratiempos» que está atravesando la economía nacional tan sólo comenzando el año. Una inflación que (¿quién lo diría?) no se desacelera pese que el gobierno previó un aumento del 60% para este año. Y una sequía histórica en el verano más caliente de la historia argentina que está haciendo mermar la entrada de divisas al Banco Central. Mientras tanto, los patrones del agro siguen exigiendo un nuevo dólar soja para liquidar su stock de granos.
Massa apela al párrafo 11 del Memorando de Políticas Económicas y Financieras consensuado con el Fondo a principios del 2022. Allí se preveían eventuales «recalibraciones» en la política económica de acuerdo a «shocks relacionados con el clima» que «podrían afectar nuestras exportaciones, con repercusiones negativas en la entrada de divisas y los ingresos fiscales».
El encargado de endulzar los ánimos del Fondo fue Alberto Fernández en su reunión con el presidente yanqui Joe Biden. Es sabido que quien dicta la orientación del directorio del Fondo es la Casa Blanca. Pero hasta el momento todo indica que la idea del directorio es pedir a la Argentina un mayor ajuste para cumplir las metas de déficit fiscal y reservas previstas por el Acuerdo de Facilidades Extendidas acordado por Fernández y el FMI. Fernández buscará consensuar con Biden un camino intermedio. No se trata de no ajustar, obviamente. Sobre todo porque el ajuste comenzó hace rato, como lo sabe cualquier trabajador argentino que vaya habitualmente al supermercado.
En todo caso, se trata de que el Fondo permita un ajuste con facilidades extendidas. Sucede que el gobierno panperonista está encarando un año electoral. Y su imagen pública es la peor de su gestión, tras 4 años de crisis tras crisis y un 2022 de 100% de inflación.