El ministro de Economía, Sergio Massa, se reunió esta tarde en Washington con la directora del FMI, Kristalina Georgieva.
La reunión, que ambas partes calificaron de «positiva», en los hechos significa la aprobación de la segunda revisión trimestral de las metas acordadas con el organismo. Ello le permitirá al gobierno acceder a un nuevo desembolso de U$S4.100 millones. El mismo se hará efectivo una vez que el directorio del Fondo apruebe el informe.
En relación al ajuste que está llevando el gobierno nacional, Georgieva «felicitó» al ministro Massa por sus esfuerzos en reducir el déficit del Estado, ratificando la meta de 2,3% para este año y 1,9% para 2023. El gobierno viene de aplicar un duro recorte de $220.000 millones a distintas áreas, entre las que se encuentran salud, educación y vivienda.
La titular del Fondo destacó el «compromiso» de Massa en lo que refiere a «estabilizar la macroeconomía, la reducción del gasto y la acumulación de reservas».
En relación a esto último, celebró especialmente la implementación del llamado «dólar soja», un mecanismo que benefició a los exportadores de oleaginosas ofreciéndoles un dólar de alrededor de $200.
La gestión de Massa es celebrada tanto por el FMI como por los «mercados», en la medida en que ha demostrado una mayor voluntad y capacidad política para hacer el ajuste contra la clase trabajadora. La «estabilización» de la que se ufana Massa es a costa de atacar derechos fundamentales como el salario, la salud y la educación.
Parte de esa «estabilización» se refleja por estas horas en el valor del dólar, cuya cotización paralela muestra una fuerte caída hasta los $270, luego de marcar un pico de $330 antes del desembarco de Massa a Economía. Así, la brecha con el oficial quedó cerca del 90%.
Como parte de su gira por Washington, Massa también se reunió con las autoridades del Tesoro de los EE.UU. En especial con David Lipton, asesor de la Secretaria del Tesoro y «autor intelectual» del préstamo stand-by que el FMI le otorgó a Argentina en 2018, bajo el gobierno de Mauricio Macri. Yannet Jellen, la titular del Tesoro, respaldó a Massa y le pidió avanzar con «reformas estructurales».
Mientras la gran burguesía imperialista festeja que un empleado suyo esté a cargo de la economía de nuestro país, como es Massa, el gobierno continúa teniendo un grave problema en lo referente a la inflación y la caída del salario.
Tal como se conocerá en los próximos días, el IPC de agostó no será menor al 6,5%, y la inflación anual se acomoda por encima del 90%. Mientras los «mercados» y el imperialismo celebran el ajuste, los trabajadores ven sus salarios erosionarse día tras día, condición fundamental para la «estabilización» que piden los empresarios.