
A raíz del rebrote de contagios de Coronavirus en el mundo, los casos confirmados de Covid-19 están volviendo a aumentar fuertemente en nuestro país, aunque con una tasa de mortalidad y de internaciones muy baja.
Mientras que el 14 de noviembre se registraban 591 contagios en 24 horas en todo el territorio nacional, el 14 de diciembre ese número escaló hasta los 4555. Es decir, un crecimiento del 670%. Sin embargo, gracias a las vacunas, las muertes y las internaciones no acompañan ese crecimiento, y en algunos casos incluso bajan.
Cuando ayer se confirmaban los más de 4500 casos -el número más alto en los últimos 100 días-, la cantidad de decesos en 24 hs. era de 34, es decir, una tasa de mortalidad significativamente baja respecto a la cantidad de infectados.
Mientras en los momentos más críticos de la Pandemia la ocupación de camas de terapia intensiva en CABA llegó a superar el 80%, actualmente ese índice marca una ocupación del 3,3% para el sector público y 7,2% para el privado. Son cifras aun más bajas que la semana pasada, a pesar que los números de casos siguieron en ascenso. En la Provincia de Buenos Aires la tendencia es similar.
Esto demuestra la efectividad de las vacunas para disminuir las muertes, internaciones, y casos graves de Covid-19. Sin embargo, la lentitud y desigualdad con la que se aplicó el plan de vacunación en pleno pico de la segunda ola deja el saldo de más de 116.000 muertos por Covid-19 en nuestro país desde el inicio de la Pandemia.
Situación #COVID19 en Argentina
Confirmados: 4.555 | Total: 5.366.522 casos
Fallecidos: 34 | Total: 116.826
Ocupación camas UTI: 739
Porcentaje ocupación total camas UTI adulto:
– Nación: 35,3%
– AMBA: 38,0%Reporte completo?https://t.co/be4GiHOwpj
— Ministerio de Salud de la Nación (@msalnacion) December 14, 2021
Más allá del alto porcentaje de inmunización con el que se cuenta actualmente, muchos especialistas no creen que esto sea motivo para relajar los cuidados, justo cuando la variante Omicron desembarcó en el país con ya varios casos confirmados.
Es cierto que dicha cepa está demostrando ser mucho más contagiosa, pero también por ello mismo menos letal. Sin embargo, la mayor contagiosidad y el crecimiento de las infecciones no dejan de ser un potencial riesgo de que el virus siga mutando, con consecuencias desconocidas, incluyendo la posibilidad de que las sucesivas mutaciones reduzcan la efectividad de las actuales vacunas. Además de ser un riesgo grave para toda la población no vacunada.






