El Hospital Posadas viene también reclamando por los recortes en salarios y presupuesto, aunque su lucha no había llegado a escalar como con los paros del Garrahan. Preventivamente, para amedrentar, asustar y poner de rodillas a los trabajadores de la salud es que despidieron a 110 de ellos. Dicen que son personas que no iban a trabajar. Están mintiendo, como mintieron con todo lo demás.
Una semana antes, había hecho uso de la administración del Garrahan para amenazar también con despidos masivos de residentes. El reclamo del Hospital Garrahan es de médicos, enfermeras y enfermeros, técnicos, administrativos. Desde hace días, el gobierno viene mintiendo y provocando, mezclando sus deseos explícitos de destruir un hospital de reconocimiento internacional con mentiras sobre los salarios de los trabajadores.
Una de las mentiras públicas del gobierno fue que se había resuelto el reclamo de los médicos residentes con un aumento salarial que llevaba su salario a 1.300.000 pesos. Un médico de planta no llega al millón de pesos de salario. Un residente, que trabaja 65 horas semanales, no llega a los 900 mil pesos. El reclamo es claro: el gobierno está imponiendo la indigencia a los trabajadores de un hospital de reconocimiento en toda América Latina.
El gobierno miente. Nunca llevó semejante oferta salarial a la mesa de negociación. Se trataba de un bono no remunerativo para calmar las aguas del debate público político y poder seguir destruyendo la salud pública sin cuestionamientos.
El rechazo de los trabajadores fue unánime, y asambleas masivas decidieron profundizar las medidas de fuerza la semana pasada. La respuesta del gobierno son las amenazas de sanciones a los médicos residentes a través de la administración del hospital. «No obstante, consideramos que, tras la propuesta comunicada y oficializada antes de ayer, corresponde cesar las medidas de fuerza para evitar la aplicación de sanciones en el futuro» dice, amenazante, el correo enviado por la administración mileísta del Garrahan.
La lucha de los trabajadores del Garrahan es, precisamente, para que el hospital siga funcionando y atendiendo a los niños. Mientras tanto, el gobierno y sus funcionarios dicen explícitamente que su voluntad es destruir todo con lo que no puedan hacer un negocio.
Los despidos en el Posadas fueron lanzados públicamente antes de que se sepa en el Hospital. Es evidente que son para asustar a todos los trabajadores de la salud que vienen reclamando contra el ajuste brutal de Milei. Las amenazas habían comenzado a través del director Ángel Daniel Elia… que renunció a los pocos días. Se suponía que iba a participar de una reunión con las organizaciones sindicales del hospital y dar una lista de los que «no iban a trabajar». Y luego renunció. El gobierno entonces lanzó los despidos. Es evidente que se trata de despidos persecutorios. 13




