El 27 de mayo, las fuerzas de ocupación sionistas comenzaron a implementar la nueva modalidad para la entrega de la escasísima ayuda humanitaria que permiten ingresar en la Franja de Gaza.
Ahora, todo es controlado por la “Fundación Humanitaria para Gaza” (GHF, por sus siglas en inglés), un nombre de fantasía para encubrir que se trata de un grupo de mercenarios estadounidenses.
Dicha fundación es la encargada de administrar tres puntos de reparto de ayuda, hasta los cuales tienen que desplazarse una vez por semana los más de dos millones de refugiados que habitan en la Franja.
De acuerdo al Ministerio de Sanidad de Gaza, durante el mes que llevan de funcionar los “centro de distribución de alimentos”, al menos 550 personas fueron asesinadas por disparos del ejército sionista (un promedio de 18 personas por día), tanto dentro de los puntos de GHF o en los alrededores de los camiones que transportan la comida. Asimismo, se contabilizan más de 4 mil heridos (en promedio 129 por día) desde que está en vigencia este modelo de “ayuda humanitaria”.
El sionismo utiliza el hambre como arma de guerra. La comida es la “carnada” con que atraen a sus presas hacia la fila, en la que pueden ser fusilados en cualquier momento por un soldado sionista o por los mercenarios estadounidenses que contrataron para administrar los centros. ¡Más nazi no se puede ser!




