Terremoto en la Unión Obrera Metalúrgica

Perdió Caló y asumen Furlán y Brunelli. El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica, Antonio Caló, fue desplazado después de estar 18 años en la conducción y de ser el sucesor de Lorenzo Miguel.

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El secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica, Antonio Caló, fue desplazado después de estar 18 años en la conducción y de ser el sucesor de Lorenzo Miguel en la seccional Capital y en la dirección nacional del gremio. Se corta una tradición de décadas donde la seccional Capital ponía al secretario general y Avellaneda al adjunto. El heredero del “Loro” se queda solo en la seccional Capital.

Caló dio un paso al costado y se resignó a no presentar lista propia al Colegio Electoral compuesto por 290 electores que votaron la lista liderada por Abel Furlán de la Seccional Campana y NaldoBrunelli de la Seccional San Nicolás, un burócrata sindical histórico que se mantiene en su cargo desde hace 40 años.

El trasfondo es el malestar generalizado de los trabajadores con la conducción de Caló por los malos acuerdos paritarios que dejan a la mayoría del gremio con sueldos que no alcanzan a pasar el umbral de pobreza.

Algo esta pasando

Los motivos del cambio de mando en la UOM combina varios factores el primer elemento es la bronca generalizada de las bases con la conducción nacional, todos los cañones apuntaron a Caló como el máximo responsable de la constante pérdida salarial, que ha dejado por el piso el salario de los metalúrgicos, hace muchos años que la paritaria de la UOM dejó de ser la «referencia» nacional para los demás gremios.

La mayoría del gremio está por debajo de la línea de pobreza que es de 78.624 $, el grueso cobra en mano sueldos que van de los $55.000 a los $70.000. La situación no da para más, el argumento típico de la burocracia conformate “por lo menos tenés trabajo” genera indignación. Los metalúrgicos pasaron a ser trabajadores pobres mientras las patronales aumentaron sus ganancias de forma considerable. Esta bronca es la que hizo que muchos “dirigentes” cambiaran de barco.

En segundo lugar aparece la crisis en el Frente de Todos y la interna del PJ. No se puede decir que la nueva conducción es K pero es evidente que estos tienen mayor peso que antes y en combinación con otros sectores más tradicionales que «olieron» que el viento soplaba para otro lado,  aprovecharon el gran odio a Caló para voltearlo.

Otra fruta del mismo árbol

Los antecedentes de los nuevos-viejos burócratas son muy reveladores, Abel Furlán está en la cúpula del gremio hace 14 años, fue diputado nacional y es cercano a  Máximo Kirchner.

NaldoBrunelli hace 40 años que dirige la seccional San Nicolás y  fue el gran traidor de la lucha contra la privatización de SOMISA en los 90 que dejó miles de metalúrgicos en la calle.

Ambos dirigen las seccionales donde se asientan las dos fábricas más importantes del grupo Techint, Siderca en Campana y Siderar en San Nicolás, ambos son responsables no solo de la pérdida salarial constante aunque las siderúrgicas es el sector con mejores sueldos de la UOM , sino de conquistas históricas como el convenio que de hecho es desconocido por la patronal. Ambos dejaron entrar a las tercerizadas y consultoras que imponen los contratos que precarizan las condiciones de trabajo, sin estabilidad laboral y pagando menos de la mitad de lo que ganan los efectivos.

Otra pequeña muestra de los «nuevos» dirigentes, es la actitud frente a los despidos, tanto Daporta de Avellaneda como Pérez de Quilmes, no mueven un dedo para reincorporar a los despedidos de Newsan y GRI Calviño.

Rechazar las paritarias de Caló

Las primeras reacciones en las fábricas no son de algarabía, muchos compañeros dicen «por fin se fue este viejo de m… que nos vivió entregando todos las paritarias», pero al mismo tiempo no ven este cambio como «su» triunfo,  es que de hecho no tuvieron arte ni parte en el desenlace, perciben que el cambio es un «arreglo» en las alturas, igual hay cierta esperanza de que «algo cambie» pero con la desconfianza de que las promesas agitadas en la campaña electoral  «si ganamos vamos a poner lo que hay que poner para lograr un salario decente» queden en eso: solo promesas que no se cumplen.

Esa mezcla de «esperanza y desconfianza» con la nueva conducción se revelará en poco tiempo ¿harán realmente algo en defensa de los trabajadores metalúrgicos, por su sueldo, contra los atropellos patronales, contra los despidos indiscriminados, mejorarán la obra social? o será más de los mismo, utilizando el gremio para llenarse de guita y ser «chirolitas» en las internas del peronismo (como siempre pasó) bancando al kirchnerismo contra Alberso Fernández.

Los metalúrgicos organizados en la Corriente Sindical 18 de Diciembre honestamente les decimos a los compañeros y las compañeras que no hay que confiar un solo minuto en la «nueva conducción. Que hay que hacer sentir la bronca acumulada en las bases, hay que organizarse en cada lugar de trabajo por abajo, realizar asambleas donde se pueda y exigir que la nueva conducción rechace las paritarias de miseria de Caló y salga a la lucha por un sueldo acorde a la canasta familiar, no valen las excusas que cumplan lo que prometieron.

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