En algunos casos, las provincias deberían cobrar un «súper IVA» de hasta el 80% para mantener el mismo nivel de ingreso por recaudación impositiva. Es una política delirante de ruina económica.
El Ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó «tener en estudio» una reforma tributaria para dividir el IVA entre Nación y las provincias y así eliminar la coparticipación del impuesto. En lugar de que el impuesto se recaude y se redistribuya según las necesidades de cada provincia, Nación se quedaría con cerca de un 10%, y el resto quedaría para las provincias, imponiendo a éstas que cobren por su parte lo que necesiten. Dicho sea de paso: todo implica reforzar el rol del IVA como el impuesto más grande del país. Y el IVA es el impuesto que pagan los pobres.
El problema es que varias provincias tienen un consumo muy bajo, y esto se compensa con la coparticipación del impuesto. Para mantener el mismo caudal de recaudación impositiva deberían aumentar el impuesto. En algunos casos hasta un 80%, encareciendo masivamente los productos de consumo masivo para las que ya son las provincias más pobres del país.
El IVA es, ya de por sí, un impuesto regresivo. Es un impuesto que se cobra por igual a aquellos que solo pueden consumir lo mínimo e indispensable para sobrevivir y a los ricos que destinan una parte ínfima de sus recursos a las necesidades básicas. Así, el IVA opera como un impuesto a los pobres, que son quienes más lo sienten.
Según el gobierno, el objetivo es imponer a las provincias una lógica de «competencia económica». Afirman ridículamente que impulsaría a las provincias a ofrecer beneficios impositivos a las empresas, tentándolas a mudarse. Siempre su lógica de «competitividad» es una cuestión de tener la actitud suficiente, y no de inversiones, productividad, base económica.
En la «competencia» capitalista siempre hay perdedores. En este caso hay tres provincias que se verían gravemente afectadas por la división del IVA: Catamarca, Formosa y La Rioja. La nueva alícuota total sería del 80, 57 y 53% respectivamente si quisieran mantener la misma recaudación. Son provincias que tienen un consumo muy bajo y un aumento de impuestos no haría mas que agravar el problema y seguir sumiéndolas aún mas en la miseria.
Con la competencia capitalista, las empresas que no compiten, cierran. ¿Qué pasa si hay algunas provincias que no pueden «competir»? ¿Milei propone cerrar provincias?
Increíblemente, el gobierno encontró una manera de volver aún mas regresivo al IVA. Ya es un impuesto a los pobres, y ahora quieren que sea más pesado para los pobres más pobres de las provincias más pobres.