
En un operativo llevado a cabo por la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) y el Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Rurales (Renatre) en San Juan y Corrientes se rescataron 140 trabajadores rurales en situación de explotación y trata de personas. Estaban viviendo sin nada de lo que el contexto pandémico demanda para la higiene personal y viviendo en boxes hacinados. Entre los rescatados había menores de edad.
En el caso de San Juan, la investigación empezó gracias a la denuncia de una mujer a la que le habían retenido el DNI. El campo de olivo en el que los explotaban se reconocía fácilmente porque habían generalmente ocho colectivos estacionados, con los que se trasladaban a los golondrinas desde las provincias del norte del país Jujuy, Salta y Santiago del Estero. La promesa para captarlos era la paga de $200 el cajón de aceitunas cosechadas, pero no cumplían ni con eso porque les pagaban $160. Además les cobraban el pasaje.
Trabajaban desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Tenían boxes numerados para descansar, donde estaban más que hacinados, en algunos apenas entraba una persona. Tampoco tenían acceso al agua potable y compartían dos baños entre 120 personas. Los tenían en condiciones totalmente inhumanas. A esta situación también estaban expuestos dos adolescentes de 16 y 17 años.
Hasta el momento hay tres implicados que podrían enfrentar una pena de 5 a 10 años de prisión efectiva. El fiscal de la causa, Francisco Maldonado, no descartó que hubieran más implicados ya que la investigación recién empieza.
En el caso de Corrientes, llevaban a los trabajadores desde Misiones, y no les pagaban desde el mes de enero. La situación era tan precaria que cuando llegaron los inspectores lo primero que hicieron fue pedirles comida.






