
Según trascendió en los medios, por cuarto día consecutivo los bancos siguen sin permitir que los usuarios compren los 200 USD permitidos mensualmente, una suerte de «feriado cambiario» que busca dilatar y perjudicar al ahorrista de a pie, a los miles de trabajadores que encontraban en esa compra el único método de ahorro ante la incertidumbre de la economía nacional.
Parece que la excusa de esta traba, sería la necesidad de corroborar que los usuarios no sean beneficiarios del IFE u otros planes sociales, una injusticia por donde se lo mire.
La situación pone en evidencia que una enorme porción de los compradores de los 200 USD mensuales son receptores del IFE. Es decir que las medidas han ido, principalmente, contra millones de trabajadores y desocupados.
Ante las críticas a la Anses, que sería quien no está facilitando los datos a los bancos, sacaron un comunicado en el que informan que “los bancos deben cumplir la norma, en la norma está claramente explicada la manera de chequear. En la web de Anses tienen toda la información”. La realidad es que mientras se tiran la pelota entre entidades públicas y privadas, los perjudicados son los trabajadores.
«Es claro que la gran mayoría de los compradores de septiembre, ya compraron su cupo mensual. Pero en los bancos se preguntan qué ocurrirá a partir del jueves 1° de octubre si todos deben ingresar manualmente a esa web de la Anses para chequear millones de operaciones.»
Estas medidas desesperadas apuntan a reducir la sangría de dólares del BCRA. El gobierno, en lugar de suspender el pago de la deuda externa, exigir el reingreso de fondos en cuentas privadas de los multimillonarios del país u obligar la liquidación a los agroexportadores, apunta contra los trabajadores y su capacidad de ahorro.