El observatorio de la UCA registró un aumento sideral de la pobreza en los 120 días del gobierno liberal empobrecedor de Javier Milei. Del 44,7% en el tercer trimestre del 2023, la pobreza trepó al 55,5% de la población en el primer trimestre del 2024. Ese porcentaje implica que 24,9 millones de argentinos son pobres y 7,8 son indigentes.

Sólo durante el primer mes del gobierno de Milei, la pobreza aumentó un 8%: 3,7 millones de argentinos se convirtieron en nuevos pobres gracias a la política de shock neoliberal de Milei.

Mientras tanto, también la línea de indigencia (la que mide el hambre, las personas que no pueden garantizar su subsistencia más básica) se disparó. Pasó del 9,6% en el tercer trimestre del 2023 al 17,5% en el primero del 2024.

Se trata de los valores de pobreza más elevados desde el año 2003, cuando el país todavía surcaba la crisis post 2001. Y, mientras continúa el ajuste ultraliberal de Milei y Caputo, el porcentaje crece día a día. Los aumentos de tarifas que comenzaron a regir en febrero y continuaron interminablemente significaron otro salto de proporciones en el empobrecimiento general de toda la clase trabajadora.

Los datos son significativos: muchos que ya eran pobres ahora son mucho más pobres. Así lo indica el índice de indigencia. 

“La inseguridad alimentaria total para áreas urbanas relevadas por la encuesta del ODSA-UCA, alcanza al 24,7% de las personas, al 20,8% de los hogares y al 32,2% de los niños, niñas y adolescentes. Por otra parte, se encuentran en una situación aún más grave, con inseguridad alimentaria severa el 10,9% de las personas, el 8,8% de los hogares y el 13,9% de los niños, niñas y adolescentes (NNyA)» sostiene el informe de la UCA.

El informe de la misma UCA de febrero sostuvo que, de continuar la dinámica de empobrecimiento, se marcha hacia un escenario de «estallido social».

El de ahora, junio, dice que «al considerar el AMBA, los valores de inseguridad alimentaria total se ubican en el 26,4% de las personas, el 21,8% de los hogares y el 35% de NNyA. Al considerar la inseguridad alimentaria severa se ubican en 9,9%, 12,7% y 16,5%, respectivamente”.

El pronóstico no sorprende teniendo en cuenta que todas las medidas y señales a futuro dadas por el gobierno de Javier Milei apuntan en la misma dirección. A la situación ya notoria de la aparición de hambre en sectores populares de la sociedad hay que sumar el nuevo golpe de las tarifas pero, además, del enfriamiento de la economía que busca generar Caputo.

El hecho de que hasta la Universidad Católica se preocupe por la llegada de escenarios de estallido social demuestra la materialidad innegable del problema. Una perspectiva opuesta es la que esgrime el oficialismo, con su tendencia habitual a fingir demencia ante cualquier problema real.

Al asumir, el ultraderechista había dicho que las medidas del plan motosierra evitarían un estallido de la pobreza. No hizo falta más que algunas semanas para que quedara demostrado que las medidas de Milei y Caputo no buscan otra cosa que un shock empobrecedor contra los trabajadores argentinos.