
Un Estado que abandona a las mujeres
Hace una semana las redes sociales fueron recorridas por la indignación que generó el spot de María Eugenia Vidal en el que la gobernadora le hablaba a través de una puerta a un supuesto violento y aseguraba estar acompañando a María y Natasha – respectivamente, supuestas pareja e hija del tipo “denunciado” -. La indignación no venía únicamente del hecho de que Vidal en verdad sólo estuviera gritándole a una puerta (!!!); tampoco surgió nada más porque que horas después apareciera otro spot en el que María y Natasha no actuaban de víctimas de violencia sino de mujeres emprendedoras: la mayor indignación la produjeron las propias palabras de la dirigente macrista “las estamos acompañando” ¿Alguna vez el macrismo acompañó a las mujeres que sufren violencia? Todo lo contrario.
En un país donde el presupuesto para combatir la violencia es de 11 pesos (20 centavos de dólar) y donde se desmantelas las líneas 137 y 144, que no cuenta con educación sexual ni ningún tipo de medida preventiva, donde jueces y funcionarios avalan y absuelven a los violentos. En una provincia de 307 600 kilómetros cuadrados y tres millones de habitantes, donde la gobernadora cerró el único refugio estatal para mujeres. En esta barbarie lo único que hay es abandono hacia las mujeres. Y el abandono significa el aval de la violencia de género por parte del Estado.
Justicia para Micaela
En este marco fue atacada Micaela, una joven que en reiteradas ocasiones pidió ayuda a su familia ante episodios de violencia a manos de Rivas. “Mi sobrina está irreconocible. Hace dos días llamó llorando a su cuñado pidiendo ayuda y tuvo que entrar por la ventana de Mica, porque el acusado la estaba ahorcando”, denunció su tía. “Mi hija era víctima de violencia de género; fue atacada en varias ocasiones. Incluso, los vecinos escucharon sus gritos esa misma noche. Sin embargo, el novio dice que ella se quemó sola. Ella va a poder decir toda la verdad cuando despierte”, aseguró su papá.
Por la imposibilidad de pedir ayuda a quienes pueden y deben garantizar la seguridad, el Estado y sus organismo, Micaela acabó siendo rociada con aguarrás y prendida fuego el lunes por la noche a manos de quien venía agrediéndola hacía tiempo. Ahora pelea por su vida, mientras su familia reclama justicia y espera a que la joven ,que se encuentra en un coma inducido, reaccione al tratamiento. Este es el país del Ni Una Menos y la marea verde, sólo la lucha de la familia acompañada por el movimiento feminista enfrentando a la in-Justicia patriarcal puede garantizar la cárcel efectiva a Rivas






