El martes falleció un hombre de 52 años identificado como Gustavo Héctor Cabello mientras dormía en el garaje de la casa de un vecino que le permitía dormir. Cabello se encontraba en situación de calle y era asistido constantemente por vecinos y vecinas de la zona. Fue víctima de las políticas de odio y violencia del intendente Montenegro quien, con su «Patrulla Municipal» persigue, golpea y roba las pertenencias de personas sin vivienda.
Esa es la única respuesta que tiene el Intendente del PRO, que se acerca cada vez más a la Libertad Avanza de Javier Milei. Montenegro es responsable directo del fallecimiento de Gustavo. Mientras justificaba su muerte y salía a declarar que «era un alcohólico delincuente con antecedentes «, mostrando el desprecio que tiene por los sectores populares, los y las vecinas salieron en los medios a repudiar este acto criminal.
Hizo verse la solidaridad que existe por abajo en la sociedad ante situaciones críticas como las que viven en tantas personas en nuestra ciudad, como así también el odio que existe desde arriba hacia los explotados y oprimidos.
En medio de una ola polar un gran porcentaje de la población de Mar del Plata se quedó sin gas, también muchos colegios que no tendrán clases mañana y @gmontenegro_ok culpa a la gente común de no usar de forma responsable el servicio. https://t.co/rgmMH390iF
— Marcos Pascuan (@MarcosPascuan) July 3, 2025
También quedó en evidencia la falta de inversión en infraestructura y la irresponsabilidad del intendente Guillermo Montenegro y la empresa Camuzzi. Este miércoles se produjo un corte masivo en el servicio de gas que afectó a numerosos barrios de la ciudad y es un claro ejemplo de la priorización de las ganancias sobre las necesidades básicas de la población. Desde la municipalidad y la empresa proveedora del servicio responsabilizaron a los vecinos y vecinas que, por el alto consumo, supuestamente serían responsables de que bajase la presión en distintos puntos de la ciudad y que así, «por seguridad», los reguladores cortaron el suministro.
Mientras Montenegro y Camuzzi culpan a los ciudadanos por el alto consumo, es evidente que la falta de inversión en la red de gas y la infraestructura necesaria para abastecer a la ciudad es la verdadera causa del problema. La solución no puede ser simplemente pedir a los vecinos que moderen su consumo, cuando la realidad es que no se destina ni un centavo para las obras necesarias para abastecer de un mayor volumen de gas a la compresora correspondiente. Por parte de la empresa no se dio ningún tipo de solución efectiva y rápida, y avisaron que, una vez que se logre reestablecer la presión Camuzzi, comenzará a recorrer las zonas afectadas para reactivar el servicio de forma paulatina. Una canallada ante la ola polar que afecta la zona.
Se suspendieron las clases en todos los niveles y turnos del sistema municipal de educación, y también todas las actividades deportivas y culturales.
La crisis del gas en Mar del Plata es solo un síntoma de una problemática más profunda: es parte de la podredumbre del sistema y de las políticas de gobiernos que defienden las ganancias capitalistas mientras no invierten un peso para solucionar los problemas de infraestructura de la ciudad ni del país.
Por abajo, la solidaridad de la gente; por arriba, el odio de un gobierno que detesta a los pobres. Para el gobierno de Montenegro las personas no valen nada, lo único que importa son las ganancias capitalistas de sus amigos empresarios.
No hay trabajo para casi nadie, no hay vivienda para muchos, no hay asistencia social ni respuesta a las necesidades básicas de las personas. Hay negocios inmobiliarios y gastronómicos para unos pocos, una crisis social que avanza y un intendente que detesta a los sectores populares.




