Los choferes luchan contra el miserable acuerdo de aumento salarial negociado por la UTA, de un 7%. La semana pasada, la UTA se había visto obligada a convocar a un paro que resultó ser enorme por la bronca que emergía desde abajo. Días después, traicionan las exigencias de los trabajadores y firman un acuerdo de aumento miserable. Los carneros de la conducción del sindicato, con la excusa de una conciliación obligatoria, se habían negado incluso a ser parte del paro general de abril.
«Desde la Corriente Sindical Anticapitalista 18 de Diciembre estamos acompañando el corte en Puente Pueyrredón de los choferes, que están reclamando por un aumento del salario mínimo a 2.500.000$. También critican a Fernández de la UTA, que aceptó el cepo salarial que quiere imponer el gobierno de Milei y las patronales».
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La reunión paritaria era un fraude. El gobierno no quería ceder absolutamente nada. La «pauta salarial» que quieren imponer a todos los gremios a toda costa es la de salarios por debajo de la inflación. Desde el poder del Estado, vienen imponiendo a la fuerza una y otra vez salarios de miseria. Porque la «libertad» es para todos menos para la enorme mayoría.
Los trabajadores exigían que el salario básico de los choferes pase de 1.200.000 pesos a 1.800.000, y un mínimo de bolsillo de 2 millones. Para poder ganar más o menos lo que se ganaba dos años atrás, un trabajador necesita ganar como mínimo 2 millones de pesos.
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Mientras el salario alcanza cada vez menos, pese a las persistentes mentiras del gobierno, la conducción de Roberto Fernández venía jugando a las escondidas desde hacía semanas. Ninguna amenaza de paro se concretaba. Amagaban pero nunca golpeaban. Y por abajo se cocinaba la bronca. Y después de un contundente paro, traiciona las expectativas de los trabajadores.
Pese a la represión, los choferes se mantuvieron firmes en la calle y no cedieron a las intimidaciones represivas del gobierno.
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