La UTA venía negociando desde hace semanas para enfriar los ánimos de los trabajadores y lograr imponer la pauta salarial del gobierno. Los carneros de la conducción del sindicato, con la excusa de una conciliación obligatoria, se habían negado incluso a ser parte del paro general de abril.
La reunión paritaria era un fraude. El gobierno no quería ceder absolutamente nada. La «pauta salarial» que quieren imponer a todos los gremios a toda costa es la de salarios por debajo de la inflación. Desde el poder del Estado, vienen imponiendo a la fuerza una y otra vez salarios de miseria. Porque la «libertad» es para todos menos para la enorme mayoría.
Los chóferes de colectivo están de paro exigiendo un salario de 2 millones de pesos, lo mismo que planteamos en nuestra campaña.@JMilei, @madorni y @LuisCaputoAR dicen que ese justo reclamo para llegar a fin de mes es una «extorsión» mientras habilitan a los que fugaron millones…
— Federico Winokur (@federicowinokur) May 6, 2025
En la mesa paritaria, la conducción de la UTA viene exigiendo que el salario básico de los choferes pase de 1.200.000 pesos a 1.800.000. Pero eso ni eso compensa lo perdido. Para poder ganar más o menos lo que se ganaba dos años atrás, un trabajador necesita ganar como mínimo 2 millones de pesos.
Mientras el salario alcanza cada vez menos, pese a las persistentes mentiras del gobierno, la conducción de Roberto Fernández venía jugando a las escondidas desde hacía semanas. Ninguna amenaza de paro se concretaba. Amagaban pero nunca golpeaban. Y por abajo se cocinaba la bronca.
Ayer, decenas de choferes se concentraron frente a la puerta del sindicato para exigir el paro. «¡Qué se vayan todos!» cantaban. Algunos huevazos fueron lanzados a las puertas de la sede del sindicato.
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Fue en ese marco de dura tensión que la conducción de la UTA no tuvo otra alternativa que no postergar más la medida de fuerza. Y hoy el paro es contundente.
En AMBA, con pocas excepciones en algunas líneas, el paro es prácticamente total. El transporte en trenes y subtes fue prácticamente colapsado mientras la circulación de gente era mucho menor a la de un día normal.
Como es costumbre, los combativos choferes de la línea 60 son parte de lo más activo del paro. Pese a que la empresa DOTA en general no fue afectada por la medida de fuerza, los trabajadores de la principal línea se aseguraron de que no haya un solo colectivo en la calle. Además, cortaron Puente Saavedra, en el límite entre Capital y zona norte del Gran Buenos Aires, resistiendo los intentos de amedrentamiento represivo de Milei y Bullrich.
«Apoyamos la justa lucha de los choferes de colectivos que reclaman un salario de 1.800.000$» declaró la Corriente sindical 18 de Diciembre. «Repudiamos al gobierno de Milei y su política antiobrera de pretender imponer el 1% de aumento mensual en las paritarias, acusando a los trabajadores de llevar adelante un paro extorsivo por ejercer su derecho a la huelga que se encuentra amparado por las Leyes Laborales y la Constitución Nacional. Al mismo tiempo rechazamos los manejos burocráticos de Fernández y sus secuaces de la UTA, que también son responsables del deterioro del salario por su eterna complicidad con las patronales del transporte.»