
Dardo Mayol circuló por todos los grandes medios con su cara de congoja y sufrimiento: “Realmente espero que alguien en este bendito país saque esta lacra de mi fábrica, la fábrica de mi abuelo, sáquenme esta lacra, ayúdenme”. Infobae dijo que el video era «conmovedor». También Clarín y TN hicieron circular ampliamente al viejo patrón diciendo que no podía hablar bien porque tiene un «profundo dolor en el alma».
La Nación se sumó al coro y luego de enjugarse las lágrimas dijo sobre el video que circuló en twitter de otra dueña de la fábrica (Paulina Mayol) dijo que su video «conmueve por lo obvio, porque muestra a una mujer llorando» (!).
El motivo de tanto sufrimiento es el bloqueo de cuatro días de la planta lechera de la que son dueños en la localidad de Cañuelas por reclamos de los trabajadores. Los medios presentan las cosas como si un grupo venido de afuera, el sindicato ATILRA, un buen día se le ocurrió porque sí llegar y martirizar a esa pobre familia.
“Dos mugres no pueden embarrar 86 años de trabajo. Bendito pueblo argentino, ayúdenos. Defendamos el bendito trabajo” dice Dardo. «Quiero seguir dando trabajo» dice Paulina. Entonces: ¿trabajan o «dan trabajo»? ¿El trabajo de quién? ¿Qué trabajo están defendiendo?
Los medios dicen que el conflicto es puramente por «encuadramiento», que el sindicato llegó un día porque quiere a esos afiliados y bloqueó los accesos de la fábrica. Se trataría de un egoísmo completamente ajeno a los 14 trabajadores de Mayol que, como buena empresa familiar, es su amiga y benefactora.
No. El «trabajo» que defienden los Mayol y el coro de capitalistas conmovidos que los defienden es el de la precarización laboral y el maltrato, el del negreo, el incumplimiento de las condiciones de higiene y seguridad más básicos, el no pago de las horas extra ni cargas sociales, etc. Los que «trabajan» son los 14 precarizados que ganan salarios miserables.
Respecto del encuadramiento, tratándose de obreros de la industria de la leche, están todos en el convenio laboral de UATRE. El mismo es el sindicato de trabajadores rurales: el más precarizado, de bajos salarios y peores condiciones laborales del país. Lo que ideológicamente presentan como «defensa del trabajo» y «dar trabajo» es una campaña ideológica en defensa de la explotación descarada de los que producen con sus manos mientras ellos se llenan los bolsillos.
Los medios dicen que «los vecinos» se movilizaron en defensa de los empresarios Mayol, mientras también consolaban a la pobre y lagrimeante Paulina. Los convocantes de la concentración no fueron sin embargo ninguna asociación vecinal sino miembros de la mismísima Sociedad Rural. Cómo no sorprenderse de que una organización cuyos miembros son sistemáticamente descubiertos como lisos y llanos esclavizadores de personas sientan empatía por los negreros de Cañuelas.
Mientras presentan las marchitas de patrones como una suerte de «apoyo popular» de los explotadores de Mayol, cierran sistemáticamente la boca sobre el que sí es un apoyo popular masivo: el de miles de vecinos que se movilizan día a día en las puertas del frigorífico Arrebeef en apoyo de los trabajadores. Denuncian que cobran apenas 40 mil pesos por largas jornadas laborales y que la empresa cerró la planta para evitar atender a los reclamos obreros.
Arrebeef está lejos de ser lo que llaman «una Pyme familiar» como sería Mayol y, sin embargo, el coro que defiende a uno también defiende al otro. No se trata de ningún apoyo a una humilde familia trabajadora. Lo que llaman «Pymes familiares» suelen ser peores y más brutales explotadores que las grandes empresas.
El objetivo de la campaña mediática es preparar un estado de ánimo antiobrero en franjas sociales de clase media. Quieren que este grupo de explotadores tenga la empatía de miles de personas que trabajan por su cuenta sus propios negocios, que efectivamente sobreviven como pueden con su propio sudor, metiendo el miedo injustificado de que el movimiento obrero sería una cosa ajena que viene de afuera a evitar que se ganen el pan con el sudor de su frente. Pero los Mayol son capitalistas, ganan mucho más que pan y lo hacen con el sudor de la frente de otros.
Se huele un aire a crecimiento de este tipo de conflictos por los motivos más variados: en general por la miseria que viven los trabajadores y las terribles condiciones laborales. La campaña mediática de Clarín, La Nación e Infobae quiere generar odio hacia los reclamos obreros para que los que viven del trabajo de otros tengan una base de apoyo entre miles de engañados por sus viles mentiras.






