
Según los últimos números del INDEC, la inflación fue la más baja del año. Por primera vez desde septiembre del 2020, no llegó al 3% mensual. Según Guzmán y las analistas privadas, este ritmo podría mantenerse hacia fin de año. Sin embargo, la inflación interanual de los últimos 12 meses fue del 51,4% y se prevé, el menos, un 48% para el 2021.
La tendencia a la baja en la inflación estuvo marcada por la baja en Alimentos y Bebidas. Se trata de un rubro que venía muy presionado por el alza de precios y que perjudica enormemente al poder adquisitivo de la mayoría trabajadora. Las verduras en general bajaron, y la carne mantuvo un alza moderada en torno al 1%. De conjunto, Alimentos y Bebidas sufrieron un aumento del 1,5% en agosto.
Las mayores alzas se vieron en Educación y Salud, ambas del 4,2%. Esto tuvo que ver, principalmente, con la recarga de las Prepagas de la salud, que llegó al 9% con el aval del gobierno nacional.
La (relativamente) baja inflación de agosto es seguramente la única buena noticia para el gobierno de las últimas semanas. Con una derrota a nivel nacional en las PASO, el oficialismo deberá buscar alguna forma de quitarle presión al poder adquisitivo de los trabajadores si pretende mejorar su imagen de cara a noviembre. Sin embargo, hay que recordar que se parte de un piso inflacionario altísimo. El alza interanual del 51% ya ha licuado sustancialmente los salarios.
En el caso de que la tendencia a la desaceleración de la inflación continúe hasta fin de año, la inflación llegaría como mínimo al 48% en 2020, casi 20 puntos por encima de la previsión de Guzmán en el presupuesto 2021, que era del 29%.






