Todos los 16 de septiembre les estudiantes nos vemos atravesados por un nuevo aniversario de “La Noche de los Lápices”.
El 16 de septiembre de 1976 en la ciudad de La Plata, el Ejército y la policía bonaerense secuestraron a un grupo de estudiantes y militantes, de entre 14 y 17 años, a quienes habrían identificado como cabecillas del movimiento secundario a partir de su participación en la lucha por el boleto educativo. Fueron llevados a centros clandestinos de detención, torturados y seis de ellos asesinados. Solo cuatro sobrevivieron.
La última dictadura cívico militar tenía como objetivo erradicar la organización del movimiento obrero y la juventud. Se buscaba imponer en Argentina un modelo económico de mayor explotación hacia la clase trabajadora, desindustrializador y dependiente de las grandes potencias extranjeras, y evitar un estallido revolucionario como el que había anticipado el Cordobazo.
En los ‘70, cientos de jóvenes como nosotres, estudiantes de secundaria y universidades, militaban por transformar el mundo de raíz y con miras a una revolución social mundial. Muchos de ellos eran socialistas. El sistema capitalista, con sus guerras y barbarie, ofrecía poco para una generación que soñaba con un mundo más igualitario. Era una juventud militante, con convicciones y la firme creencia de que otro sistema era posible: era la juventud anticapitalista de los ‘70. Se organizaban desde abajo en sus partidos, agrupaciones y centros de estudiantes. Eran jóvenes con ideales y una fuerte pasión por la política revolucionaria, en un contexto de ascenso de la lucha de clases.
Hoy nos encontramos ante un gobierno negacionista de les 30.000, reaccionario y apologista de la última dictadura, que lleva adelante ataques a derechos que son muy sensibles en nuestra sociedad: a los trabajadores, la discapacidad, mujeres y comunidad LGBT+, la salud y educación pública, entre otros. Frente a estos ataques políticos, hay sectores que, como el peronismo, en vez de llamar a salir a las calles, le ponen un freno a la base que expresa su justa bronca y nos dicen que esperemos a 2027.
Nosotres, desde Tinta Roja y el ¡Ya Basta!- les secundaries anticapitalistas, creemos que hay que enfrentar a este gobierno en las calles y con organización desde abajo; y también en las urnas con listas integradas por trabajadores y con propuestas para los trabajadores y la juventud, con la lista de Manuela Castañeira y el Nuevo MAS. El capitalismo voraz del siglo XXI no le ofrece un futuro digno a la juventud, el peronismo no tiene un programa alternativo. ¡La salida es anticapitalista!
A 49 años de La Noche de los Lápices, desde Tinta Roja y el ¡Ya Basta!, homenajeamos a esa juventud, no desde la nostalgia, sino reivindicando su valentía y su lucha anticapitalista. Eran jóvenes estudiantes dispuestos a cambiarlo todo, que militaban por la base, que desafiaban a toda autoridad, que levantaban las banderas de lucha de les trabajadores. Una juventud sensible ante las atrocidades e injusticias del sistema capitalista dispuesta a todo por el mundo que querían construir.
A esa juventud, que nos conmueve y nos inspira, homenajeamos hoy y cada día en nuestra lucha por un mundo y un futuro para las grandes mayorías, para les de abajo. La dictadura no logró su objetivo, hoy nosotres continuamos su pelea: el anticapitalismo crece en el mundo entre la juventud, entre les pibis que nos organizamos por la defensa del medioambiente, por la libre expresión de nuestra identidad de género y sexualidad, contra la precarización laboral y en la defensa del pueblo palestino.
¡Sumate a militar con nosotres! Construyamos el mundo que querían los jóvenes de los ‘70.