Este domingo (3), el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, realizó una provocación sin precedentes: rezó en la Explanada de las Mezquitas y, sin tapujos, llamó a ocupar el territorio gazatí y desarrollar una limpieza étnica (migración voluntaria, le dicen ahora los genocidas).
“Desde aquí necesitamos lanzar un mensaje y asegurarnos de que a partir de hoy conquistemos toda la Franja de Gaza, eliminemos a cada miembro de Hamas y alentemos la emigración voluntaria”, declaró el fascista en un video publicado en sus redes sociales.
En este lugar se encuentra la mezquita de Al-Aqsa, considerado como el tercer lugar más sagrado del islam. La zona está controlada por los israelís, pero es custodiada por las autoridades musulmanas y, según los acuerdos que rigen desde 1967, está prohibido que los ocupantes recen ahí, algo que se considera una línea roja.
Ese mismo día, el ejército sionista prosiguió con las masacres en el enclave gazatí. De acuerdo a los informes de los hospitales locales, los ocupantes asesinaron a 33 palestinos mientras hacían fila para recibir la “ayuda humanitaria” distribuida por la Fundación Humanitaria de Gaza (FHG), administrada por mercenarios estadounidense en alianza con el ejército de ocupación sionista.
Los impulsos colonialistas sionistas son cada vez más agresivos. La semana pasada, por ejemplo, medios de comunicación sionistas informaron que el gobierno fascista de Netanyahu presentaría próximamente un plan para anexarse zonas de la Franja. Esto comenzaría por las zonas de amortiguación, pero luego se extendería hasta los territorios al norte que colindas con las ciudades israelís de Sderot y Ashkelon.
Mientras escribíamos esta nota, medios internacionales filtraron información de que este martes, Netanyahu anunciaría su proyecto de ocupación de Gaza durante la reunión con su gabinete.
Por otra parte, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, salió en defensa de su homólogo israelí, pues este domingo declaró que no estaba en curso un genocidio en Gaza, sino que eran acciones de guerra. De esta forma, Trump trata de sostener la maltrecha imagen de Israel a nivel internacional.
Ya son más de sesenta mil los gazatís asesinados por la invasión sionista, a lo cual se le suman cientos de miles de heridos y millones de desplazados. La indignación mundial ante la brutalidad del gobierno de Netanyahu no deja de crecer, como demostró la movilización de 300 mil personas este domingo en Australia.
Ante la barbarie del fascismo y colonialismo sionista, es indispensable articular una respuesta desde abajo contra la ocupación de Palestina y para detener el genocidio en curso. con la perspectiva de luchar por una Palestina única, laica, democrática, no racista y socialista, donde pueden convivir todas las personas sin importar su etnia o credo religioso.




