Declaración aparecida en Socialismo o Barbarie Francia.
Nuestra organización acaba de celebrar con éxito una Conferencia Internacional Anticapitalista que reunió a más de cien participantes en París bajo el lema «Pasemos de la revuelta a la revolución».
La conferencia reunió a militantes de Socialisme ou Barbarie de Rennes, Estrasburgo, La Rochelle y la región parisina, así como a jóvenes activistas de las universidades París 1 Sorbonne, París 8 Saint-Denis, París 3 Sorbonne Nouvelle, París 10 Nanterre y Rennes 2. También participaron trabajadores de los sectores público y privado (organizaciones sin ánimo de lucro, educación, logística, transporte, sanidad, repartidores, entre otros). Asimismo, estuvieron presentes miembros de la dirección de la Corriente Internacional Socialismo o Barbarie: Roberto Sáenz (Argentina), Renato Assad (Brasil) y Ramiro Manini (Argentina), junto con militantes de nuestra organización en Francia: Santiago Follet, Elsa Caudron y Shaïma.
Ver esta publicación en Instagram
La Conferencia Internacional reafirmó su apoyo incondicional a la lucha del pueblo palestino y a quienes defienden Palestina y son reprimidas por el Estado. Varias organizaciones invitadas intervinieron, entre ellas Roja, que compartió su experiencia en la preparación del Día Internacional de la Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres y en la construcción y el apoyo del movimiento «Mujeres, Vida, Libertad». La Marcha de la Solidaridad también abordó el tema en el contexto de la huelga del 18 de diciembre por los derechos de las personas migrantes. La conferencia logró reunir a activistas de las luchas anticapitalistas a lo largo del mundo para transformar las revueltas en revoluciones.
Vivimos una coyuntura internacional marcada por crisis y guerras, así como por la reconfiguración de las relaciones geopolíticas y el cuestionamiento de los consensos internacionales de las últimas décadas. Trump, Milei, Netanyahu, Putin y Macron figuran entre una larga lista de gobiernos reaccionarios, belicistas, cómplices del genocidio en Palestina y responsables de la escalada del militarismo a escala internacional. Los capitalistas pretenden que los trabajadores y la clase obrera paguen el precio de sus guerras. Ante esta ofensiva reaccionaria, se está gestando una ola de levantamientos populares en todo el mundo: desde Nepal hasta Madagascar, pasando por Marruecos y Perú. Una nueva generación de militantes está acumulando experiencia en la lucha contra el capitalismo del siglo XXI.
Francia no es ajena al clima de inestabilidad internacional. El gobierno de Macron ha sumido al país en una crisis política permanente, y ha sido incapaz de llevar adelante sus ataques sociales, de seguridad y autoritarios sin provocar la ira de la clase política. El surgimiento del Movimiento 10 de Septiembre confirma el sentimiento de rebeldía contra el presupuesto de guerra social y el deseo popular de acabar con el macronismo y las corruptas instituciones de la Quinta República. Mientras el gobierno de Macron allana el camino a la extrema derecha con medidas cada vez más reaccionarias, la Agrupación Nacional intenta capitalizar este descontento para posicionarse como una alternativa política, con propuestas racistas y retrógradas.
En este contexto, la situación revela todas las limitaciones de las políticas reformistas de las direcciones sindicales y políticas. La Intersindical, por ejemplo, desempeña un papel de desarticulación de las movilizaciones, con su estrategia de jornadas de protesta efímeras y diálogo social con el gobierno. Esta estrategia no solo frenó el impulso de las manifestaciones de septiembre, sino que también condujo a la derrota táctica en la batalla por la reforma de las pensiones. En cuanto al Nuevo Frente Popular, completa este panorama con la estrategia puramente parlamentaria y electoral de La Francia Insumisa, sin movilización, así como con su abierta traición y pacto con Macron y el Partido Socialista. Esta estrategia reformista, que no cuestiona el sistema político, permite a Macron mantenerse en el gobierno y allana el camino para una victoria electoral de la extrema derecha. La adaptación electoral e institucional del NPA ha provocado la escisión del partido, perdiendo toda su independencia dentro de un frente de conciliación de clases.
Por eso es necesario reconstruir la izquierda revolucionaria, para que los trabajadores y las clases populares puedan construir una nueva dirección capaz de llevar las luchas hasta el final y transformar las revueltas en revolución. Es necesario construir una nueva organización política anticapitalista, totalmente independiente de las estrategias de derrota de las direcciones reformistas, para fomentar la autoorganización de los trabajadores e impulsar movilizaciones que pongan fin a Macron, la extrema derecha y el sistema capitalista.
Socialismo o Barbarie llama a la construcción de una nueva organización revolucionaria para relanzar la batalla por la revolución socialista. Militamos por la construcción del marxismo revolucionario del siglo XXI mediante la participación en movimientos anticapitalistas internacionales, aprovechando toda la fuerza de los levantamientos populares en todo el mundo. Estamos impulsando el relanzamiento de la lucha por la revolución en esta nueva etapa de la lucha de clases, con una nueva generación de activistas que hace su experiencia en movilizaciones feministas, LGBTQ+, antirracistas y ecologistas, en el movimiento de solidaridad con el pueblo palestino, contra la guerra y contra todos los ataques imperialistas. Queremos relanzar la lucha por la revolución con la clase trabajadora, activa en huelgas y movilizaciones contra el capitalismo.
Nuestra nueva organización será un instrumento para la lucha por construir una izquierda revolucionaria militante. Será una organización militante, activa en la lucha de clases, libre de prácticas rutinarias y derrotistas, en un período de gran confrontación social.
Con total independencia de clase, nuestra nueva organización será anticapitalista y revolucionaria. Por ello, consideramos las próximas elecciones como una importante tarea táctica, al servicio del desarrollo de una estrategia de movilización extraparlamentaria y de la independencia política de la clase trabajadora. Anunciaremos nuestra postura respecto a las próximas elecciones en breve.
Esta nueva organización será profundamente antiestalinista y antiburocrática. Queremos recuperar la perspectiva estratégica de una revolución social libre de las ataduras burocráticas del estalinismo, basada en un estudio crítico de las experiencias revolucionarias del siglo pasado.
Socialismo o Barbarie aboga por la construcción de una nueva organización revolucionaria y se fija como objetivo la celebración de un primer Congreso fundacional, cuya fecha se anunciará próximamente.
Invitamos a todos los activistas del movimiento obrero, feminista, juvenil, antirracista y ecologista a unirse a nuestros comités en centros de trabajo, escuelas y ciudades. Invitamos a todos los trabajadores y jóvenes que deseen formar parte de este proceso de construcción de una nueva organización a unirse a nosotros, a participar en la reconstrucción de una izquierda revolucionaria y combativa, para poner fin al gobierno de Macron, a la extrema derecha y a su sociedad capitalista. Para transformar las revueltas de nuestra clase en auténticas revoluciones sociales.




