
Esta cifra es el índice de precios al consumidor (IPC) nacional, que es mucho mayor a lo que esperaban desde el gobierno y las consultoras privadas, pero que igualmente significa una desaceleración de la inflación comparada con diciembre y enero.
La inflación interanual, es decir la comparación con el mismo mes del año anterior, es de un 40,7%. El índice de más peso es el de Alimentos y Bebidas, que subió un 3,8%, pero que el año pasado fue un punto más alto. De todas formas las mayores subas se dieron en restaurantes y hoteles en un 5,4%, transporte 4,8%, y equipamiento y mantenimiento del hogar 4.6%. Bienes y servicios aumentaron un 3,2% y las prendas de vestir 2,8%.
Las proyecciones de las consultoras privadas que recogió el Relevamiento de Expectativas del Mercado del Banco Central, estimó que la suba de precios en diciembre del 2021 será de un 48,1%.
Sin embargo, el gobierno está imponiendo paritarias apenas por encima del 30%. Con la inflación de enero, el salario en blanco promedio había perdido ya un 8% de poder adquisitivo, lo que solo podrá profundizarse con la orientación de ajustes del salario de Alberto Fernández.
El gobierno está contando con la complicidad de las cúpulas sindicales para imponer una rebaja de hecho de los salarios. El primer acuerdo de salarios, que sirvió de ejemplo al resto, fue la paritaria nacional docente, que cerró rápidamente en un 32%.
Le siguieron los acuerdos sobre los salarios de los trabajadores de AySa (32%), Utedyc (30% en tres partes), SUTERyH (32%) y la rama nuclear de Luz y Fuerza (29,%). En principio, la única excepción serían los bancarios, que tuvieron un acuerdo por 9 meses que podría ser revisado antes de que termine el año y derivar en un aumento mayor. Sin embargo, está claro que la estrategia del gobierno es de bajar los salarios de hecho y hasta el momento lo está logrando.






