En lugar de eso se escucharon frases dedicadas al presidente como: «Respeto la legitimidad de origen» «Tiene que dar un golpe de timón (en relación al ajuste fiscal)» «No tiene un plan de estabilización de la economía» «Si cambia lo vamos a ayudar» «Nadie quiere que le vaya mal, porque si le va mal, nos va mal a todos los argentinos».
Usar este tono conciliador más agradable a los oídos de las clases medias y los empresarios, para darle gobernabilidad a Milei, contrasta con la inmensa mayoría de los trabajadores y jubilados que está sufriendo un ajuste feroz (y que pinta para peor), descubre la gastada estrategia de esperar que la gente se canse para que en las próximas elecciones vote de nuevo al peronismo.
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Mientras la bronca crece por todos lados, la Jefa dice «Es un momento de reflexión» «No se puteen entre compañeros» «Me voy a pintar de avatar, me pinto de celeste y azul para defender a la Patria».
Es un discurso para aplacar la bronca y aguantar tranquilos, la propuesta de Cristina de «aguantemos» es un camino al suicidio, derrotista, hay que hacer lo contrario, el 23 de abril demostró que se puede, que crece la oposición al gobierno, hay que plantarse y pararle la mano al gobierno, no como la CGT que consensuó la reforma laboral a cambio de que no le toquen la «caja».
No se puede esperar al 2025 y menos al 2027.
La salida es copar las calles, el lunes vamos todos al Congreso para voltear las leyes de Milei de reforma laboral y el nuevo impuesto al salario. Basta de Milei.
