El transporte público se ha convertido en una nueva asfixia de todos los días para los bolsillos de los trabajadores. Según el IAG (Instituto Argentina Grande), en el último año el transporte público representó un gasto fijo superior al 3% para el salario de un trabajador privado registrado. La cifra es superior para los trabajadores no registrados, que en comparativa a años anteriores al gobierno de Milei no superaba el 1% .
Estiman que, en estos 2 años de gobierno, el aumento real de los servicios de transporte público fue de un 300% en el pasaje de subte, 150% en los colectivos y 284% en los trenes.
Se estima que se redujo entre un 12 y 18% el uso del transporte público respecto al 2024.
Con la quita de subsidios al transporte público como la fue el retiro de la Red Sube, que tenía descuentos en los pasajes de 50 y 75% para trasbordos, es de esperarse que los trabajadores comenzarán a dosificar la cantidad de combinaciones entre líneas de colectivo, trenes y subte para reducir los gastos en transporte.
Otro fenómeno que sucede es el aumento del uso de alternativas privadas como Uber, que siguen siendo muy caras pero proporcionalmente menos por los brutales aumentos impuestos por Milei. Se pueden dar fenómenos como grupos de trabajadores compartiendo un recorrido para llegar.
El transporte representa un gasto fijo esencial, que es prácticamente imposible de evadir para la mayoría. Así, gana peso en el presupuesto mensual de los gastos de un asalariado.
Por otro lado, hay un evidente deterioro en la calidad de los servicios y la infraestructura para el transporte público, siendo los trenes y la red de Subtes los transportes más afectado. Las unidades se caen a pedazos, todos los días hay cancelaciones inesperadas, si se dañan las locomotoras difícilmente se pueden reparar, hay asbesto en la línea B, si llueve se filtra el agua por los techos y las escaleras suponen un peligro. Llegar a tiempo al trabajo implica para algunos sostener el presentismo y depender del transporte, en particular de los trenes, puede generar una pérdida importante del salario.
Los accidentes son cada vez más frecuentes, como el choque entre dos unidades de la línea Urquiza a la altura de Lemos de la semana pasada o el descarrilamiento del tren San Martín en Palermo a mitad de año.
Así, viajar a diario se transforma en una pesadilla. Y la degradación social tiene por escenario al transporte público todos los días del año.




