
«Estamos confiados en la aprobación del próximo viernes por parte del FMI y que los números de la macroeconomía nos permitan seguir en esta senda de ordenamiento», aseguró servilmente la portavoz oficial, Gabriela Cerruti.
De ser aprobada la revisión, el FMI desembolsará 4 mil millones de dólares para que se engrosen las Reservas del Banco Central y posteriormente se utilicen para pagarles al propio Fondo.
Es decir, el FMI decide cuando tenemos que quitar a las partidas de Salud, obras públicas, asistencia social, etc y luego nos premia con dinero para que le paguemos. De esa manera, el Gobierno ajusta a los trabajadores y el país sigue endeudándose exponencialmente.
El Presupuesto 2023 comenzó a tratarse: las claves de un proyecto a medida del FMI
Esto se ve con claridad en el Presupuesto 2023, un proyecto prácticamente dictado por el Fondo: las partidas que más sufrirán recortes en términos reales serán las de Educación, Seguridad Social (jubilaciones, pensiones y asignaciones), Medio Ambiente y Vivienda.

El grado de sometimiento es tal que si en alguna de las revisiones el Fondo decide que el ajuste llevado adelante es insuficiente, se da de baja los préstamos para poder pagarle a ellos mismos y el país entraría en default.
El país no puede vivir bajo este sometimiento. Es necesario romper con el FMI, terminar con el ajuste presupuestario que expulsa a millones a la pobreza y la indigencia y avanzar sobre las ganancias de los empresarios y la propiedad de los grandes terratenientes para financiar una reconstrucción de las condiciones de vida de los de abajo.






