El 23 de abril: Marcha Federal Educativa. El ataque de Milei sobre las universidades y la educación en general es brutal, y su objetivo es destruirlas. El congelamiento del presupuesto universitario ante una inflación interanual de casi 300% pone a las facultades al borde del cierre. La mayoría de las facultades en todo el país así lo han expresado: el presupuesto alcanza únicamente hasta fines de mayo. Por si esto fuera poco, en muchas universidades del país ya comenzaron las expresiones del vaciamiento, es decir, las propias autoridades que se adaptan a este presupuesto de miseria, cerrando cursos o implementando todo tipo de recortes.

Mientras Milei amenaza con el cierre de las universidades, las autoridades universitarias aplican un autoajuste recortando franjas horarias, apagando luces y eliminando el uso de ascensores. En muchos casos se incluye también el cierre directo de edificios y pisos enteros. De…

— Manuela Castañeira (@ManuelaC22) April 17, 2024

Pero la ofensiva del gobierno no termina en el recorte del presupuesto. También se trata de un ataque ideológico, donde el gobierno cuestiona el mismo derecho a la educación, con declaraciones como las de Benegas Lynch planteando “mandar los niños al taller” en vez de a la escuela. Mientras tanto, Milei plantea una ofensiva reaccionaria y mentirosa sobre cualquier tipo de conocimiento crítico producido, tildándolo de “adoctrinamiento”.

Frente a estos ataques, la pelea educativa está creciendo con muchísima fuerza. Las últimas semanas han estado llenas de acciones como cacerolazos y ruidazos educativos, asambleas, movilizaciones, clases públicas y más, y el próximo 23/4 está convocada una Marcha Federal Educativa que sin dudas será inmensa. En todo el país, los estudiantes comienzan a movilizarse, expresan de muchísimas maneras su preocupación y sus ganas de pelear por el presupuesto, por el derecho a la educación y en defensa de su futuro. El movimiento estudiantil, que es un actor imprescindible para derrotar la política del gobierno de Milei, está emergiendo con muchísima fuerza, levantándose y tomando acciones como no se ven desde antes de la pandemia.

Ese inicio del estudiantazo se registra en todo el país, impulsando en muchos casos acciones comunes con docentes y nodocentes. En la Universidad de Buenos Aires, con epicentro en Filosofía y Letras, donde se realizó el último miércoles 10 un masivo y exitoso cacerolazo educativo con más de mil personas sobre avenida Rivadavia, pero también extendiéndose a toda la universidad, con una semana de clases públicas muy masiva, con ruidazos como en Sociales, un masivo abrazo a la facultad de Exactas, un banderazo en Medicina y mucho más.

De la misma manera, en el conurbano bonaerense se vienen expresando importantes asambleas, abrazos y movilizaciones como en la UNLU y la UNQ. También en la UNLP hay importantes asambleas y ruidazos educativos, así como también en Córdoba y muchísimos otros puntos del país. En todas partes hay acciones muy importantes que muestran la potencialidad de la pelea educativa.

La Marcha Federal Educativa

En este marco, el próximo martes 23/4 está convocada una Marcha Federal Educativa, cuya acción central será una movilización de Congreso a Plaza de Mayo, con réplicas en todo el país. La convocatoria es impulsada por el Frente Sindical Universitario (todas las federaciones gremiales universitarias docentes y nodocentes), junto a la FUA (Federación Universitaria Argentina) y el CIN (Consejo Interuniversitario Nacional, que reúne a los rectores de todas las universidades del país), en defensa de la educación pública. La convocatoria también ha sido tomada por prácticamente todos los centros de estudiantes y agrupaciones.

Es evidente que la convocatoria es muy amplia, y va desde agrupaciones estudiantiles, pasando por sindicatos hasta las propias autoridades de la universidad. El punto en común que unifica a todos los sectores es el rechazo al ajuste de Milei sobre las universidades, por lo que se trata de una movilización de una amplia unidad de acción.

Sin embargo, también es claro que en la movilización conviven distintos programas para la defensa de la educación pública. Las autoridades universitarias vienen hace meses, desde la asunción del nuevo gobierno buscando negociar un aumento presupuestario con el Ministerio de Capital Humano.

La realidad es que en muchas universidades y facultades, ya ha comenzado el vaciamiento y la adaptación a la miseria presupuestaria a través de un auto-ajuste que implementan las autoridades. Recortes en horarios, cupos para las cursadas, materiales o incluso el uso de ascensores o la propia luz de la universidad, son la muestra de estas políticas de ajuste, que sin duda se van a seguir desarrollando. Es por eso que desde el ¡Ya Basta! nos oponemos no solamente al cierre de las universidades que impulsa Milei sino también al vaciamiento que aplican los rectores: no vamos a aceptar una degradación de la educación para “conciliar” con los ataques reaccionarios del gobierno.

En ese sentido es notoria también la intervención de numerosos sectores peronistas/kirchneristas, tanto en los gremios como en los centros de estudiantes. Estos sectores se juegan a la contención, trabajan por disminuir las convocatorias y que no se desborden o se radicalicen demasiado. Esto es lo que se expresó en el Cacerolazo Educativo de Filo-UBA donde la conducción K del CEFYL intentó boicotear y disminuir la acción. Es lamentable que un sector de la izquierda como el FITU se haya plegado a esta posición, en lugar de impulsar la contundente y exitosa acción que fue el cacerolazo.

De la misma manera, la propia convocatoria de la Marcha Federal Universitaria, parece ir en el mismo sentido: la convocatoria es muy temprano (15.30hs en Congreso), lo que dificulta la participación masiva de la comunidad educativa y la sociedad en general. Hoy por hoy la mayoría de les estudiantes trabajan y tienen dificultades para llegar en ese horario. A pesar de que muchos sectores plantearon esta situación en las reuniones de organización de la movilización, la intención de este sector iba en el sentido de terminar la marcha lo más temprano posible.

Por una columna independiente

Por esta razón, desde el ¡Ya Basta! sostenemos que hay que participar masivamente de la movilización del 23, pero con un programa propio y una columna independiente, que rechace tanto el cierre de Milei como el vaciamiento de las autoridades, que exija un verdadero plan de lucha con medidas más radicalizadas para construir un estudiantazo que, peleando en unidad con docentes y nodocentes, derrote el plan de Milei.

Hay que ser claros: Milei viene por todo y quiere destruir la educación y la universidad pública. Para derrotarlo hace falta desarrollar una pelea profunda, donde el movimiento estudiantil irrumpa con todo en un verdadero estudiantazo, con ocupaciones y movilizaciones masivas. Para eso, es necesario desbordar las conducciones radicales o peronistas que ponen trabas y no quieren llevar la pelea hasta el final, para construir un movimiento de lucha, junto a los trabajadores universitarios, que vaya de frente contra el cierre y el vaciamiento, para derrotar el ataque de Milei contra la universidad.

Es por eso que desde el ¡Ya Basta! impulsamos en todas las facultades vigilias previas a la Marcha Federal Educativa, para preparar con todo la participación masiva en la movilización e impulsar la pelea contra los ataques del gobierno. Invitamos a todes les estudiantes a llevar adelante esta política y a movilizar con el ¡Ya Basta! este 23/4.

Llamamos también a construir una columna independiente encabezada por los Centros de Estudiantes independientes, las gremiales combativas, los sectores independientes y la izquierda en la movilización, que pelee por un estudiantazo y para derrotar todo el plan de ataque de Milei sobre las universidades.