La Agencia I+D+i público en su cuenta de Twitter un comunicado explicando que se iban a detender las convocatorias PICT (Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica) de 2022 y 2023. Si algo caracteriza al gobierno de Milei es su profundo odio a la ciencia, y comenzó diciembre con un nuevo ataque sobre el financiamiento de los proyectos del CONICET.
Según el gobierno, el desfinanciamiento es para darle más espacio a proyectos con «más participación de los privados». Desfinancian la investigación científica real por la investigación científica ficticia, completamente imaginaria. No hay país en el mundo en el que la ciencia no tenga una completa predominancia de la investigación pública. Es muy simple: en la mayoría de los casos, la investigación no tiene rentabilidad a corto plazo.
El recorte del gobierno es un fuerte freno para proyectos como el «hit» científico de este año: la investigación del Cañón de Mar del Plata.
El streaming de la exploración submarina fue un éxito rotundo. Y en su momento molestó ampliamente a Milei que la investigación submarina superó por muchísimo a la audiencia de las entrevistas del presidente en sus canales amigos/chupamedias. Milei no puede vivir sin ser el centro de atención, además de ser un bruto resentido. Que una estrella “culona” le saque el foco de atención de manera tan humillante no podía quedar sin respuesta. Claro que su odio por todo lo que no es fuente de lucro para empresarios parásitos es su principal motivación.
En ese momento, pleno agosto, toda la tropa Twittera libertaria pagada desde nación arremetió contra el éxito de la exploración a base de provocaciones, tratando de usar el fallido intento de poner plataformas petrolíferas en Mar del Plata como ariete. Ya en 2024, la empresa que tenía ese plan decidió abandonarlo tanto por el fuerte rechazo popular como por los estudios que dieron como resultado que el pozo estaba “seco” de petróleo.
Mientras los trolls se desesperaban por tirar provocaciones, apareció en la pelea del lado mileísta-terraplanista un peso pesado de la «casta» política: el “Galleguito” Álvarez, jefe de la Secretaria de Políticas Universitarias. Ex-Kirchnerista ultra cristinista, ex-funcionario de los K, ex asesor de Pichetto, casi el ex “Galleguito” Álvarez, es ahora un fervoroso antiperonista que aplica el ajuste sobre las universidades. En un gobierno de arribistas, esta es la norma. Publicó una foto editada de la imagen de cierre del streaming del CONICET que decía “Próximamente Plataforma Petrolera”, sumándose a la provocación.
Mientras la expedición conseguía grandes éxitos gracias al gran esfuerzo de los científicos, a total contracorriente de los ataques nacionales, el Secretario se sumaba al embiste usando un proyecto que se fue a la basura un año antes. Álvarez es un parásito, una sanguijuela de fondos públicos.
Persecución y clima represivo en el CONICET
Otra de las cosas que salieron a la luz este diciembre fue la persecución ideológica llevada a cabo del presidente del CONICET, Daniel Salamone contra los científicos del organismo.
Milei odia la ciencia argentina: “La casta también son los científicos que se esconden canallescamente detrás del Estado…”. Su funcionario Salamone guarda profundo silencio y aplaude como buen lamebotas todo lo que diga Milei, pero al saltar críticas de los miembros del organismo por el acuciante estado de desfinanciamiento al que son sometidos por este gobierno, el funcionario no duda en atacar haciendo sumarios a diestra y siniestra.
Qué se puede esperar de alguien que decía en 2024 a los científicos que “agradezcan que seguimos pagando los salarios…”, mientras cobra un jugoso sueldo.
El organismo sufre un 45% de ajuste real desde el 2023. El financiamiento en ciencia ocupa un porcentaje mínimo del PBI, solo un 0,20%, mientras que en el resto del mundo ronda el 1,3% en promedio.
Pero no se puede hablar de eso en el CONICET de Salamone. Los científicos denuncian la persecución: “Está desparramándose un clima de miedo y de silencio a partir de los acallamientos”.
En estos ataques se mezclan las 2 grandes características del gobierno nacional, el desfinanciamiento brutal a todo los proyectos estatales y el profundo oscurantismo atrasado del oficialismo. Terraplanistas, antivacunas, ignorantes, estafadores y arribistas, todos juntos apuntan a destruir la investigación científica, siempre difícil y desfinanciada, de este país.
Acusan a los científicos de ñoquis del estado los parásitos y oportunistas que le roban a los discapacitados y jubilados, algunos que más que ocupar cargos públicos y ser asesores no saben lo que es el trabajo científico… ni el trabajo en general.




